Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido:EL GRAN ESPÍRITU DE LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO, FUENTE ESPIRITUAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA

| | Actualizado el:2021-09-02

En el “Discurso en el acto de celebracióndel centenario de la fundacióndel Partido Comunista de China”, el secretario general Xi Jinping se expresó así: “Hace cien años, en el momento de fundar el PCCh, sus precursores amoldaron un gran espíritu fundacional del Partido de adhesión a la verdad, de defensa de los ideales, de cumplimiento de las aspiraciones fundacionales, de asunción de la misión, de no temer el sacrificio, de luchar con heroísmo, de ser leales al Partido y de no defraudar al pueblo, he aquí la fuente espiritual del PCCh”. El gran espíritu fundacional del Partido, de ricas connotaciones y profunda ideación, trasciende el tiempo y el espacio, y se mantendrá cada día más lozano pese a su larga data. Su despliegue reviste un trascendental significado real y hondo sentido histórico de cara alos emprendimientos de impulso de la nueva y grandiosa obra de la construcción del Partido y mantenimiento y desarrollo de la gran causa del socialismo con peculiaridades chinas propios de la nueva era.

Bases y condiciones formativas

Estamos hablando de una valiosa riqueza espiritual creada por los precursores del PCCh por integración de los fundamentos del marxismo con la realidad concreta de China y con las bellas tradiciones culturales de la nación china en su búsqueda de los años veinte del siglo XX en pos de un rumbo de salvación para el país y el pueblo, la cual condensa la aspiración original y misión de los comunistas chinos y los alienta a avanzar abriéndose paso incesantemente.

El trasfondo temporal de la formación del gran espíritu fundacional del Partido fue el de la tarea histórica de revitalizar la nación china, una de las grandes del mundo, que, aunque contaba con una pentamilenaria historia de civilización de remoto origen y larga trayectoria, y había hecho contribuciones indelebles al progreso de la civilización humana, tras la Guerra del Opio de 1840se fue convirtiendo en una sociedad semicolonial y semifeudal: las potencias occidentales llegaron a China una tras otra con la intención de forzarla a hacer cesiones territoriales y pagos de indemnización, y apropiarse de todo tipo de privilegios, y el decadente Gobierno Qing,vendepatria y débil, convertido cada día más en un instrumento del capitalismo extranjero para dominar China, estranguló la vitalidad de la nación. Entre el imperialismo y la nación china, por un lado, y, por otro, entre el feudalismo y las amplias masas populares, se vinieron a conformar las dos contradicciones principales de la sociedad moderna de China. Se gestaron entonces el sueño más grandioso del pueblo y de la nación, el de materializar la gran revitalización de esta, yla doble tarea histórica del pueblo chino de luchar por la independencia nacional y por su liberación, y de hacer real la prosperidad y fortaleza del país y su propia felicidad. Fue justamente bajo este grandioso tema principal de la época como los diversos factores que contendría el gran espíritu fundacional del Partido empezaron a gestarse y formarse, y enriquecerse y desarrollarse en las continuas luchas.

La fuente teórica formativa del gran espíritu fundacional del Partido fue el marxismo-leninismo, cuya llegada a China con el estruendo de los cañones de la Revolución de Octubre le hizo a su desalentado y perplejo pueblo ver salida y esperanza para solucionar los problemas del país y empezó a alumbrar en este un grupo de gente avanzada proclive a la vía de la Revolución Socialista de Octubre de Rusia y dotada de los rudimentos del comunismo. Con el estallido del Movimiento del 4 de Mayo de 1919, la clase obrera china saltaba a la palestra política con postura independiente, demostrando una potente fuerza, mientras que el marxismo empezaba a divulgarse ampliamente en el país. Agrupados bajo la bandera del marxismo, los elementos de vanguardia se dedicaron con entusiasmo a la práctica de la lucha de masas y se adentraron entre los obreros para investigar la vida, divulgar la revolución, abrir escuelas y crear sindicatos. La mayor divulgación del marxismo en China y su integración con el movimiento obrero del país hicieron germinar el gran espíritu fundacional del Partido.

La base formativa práctica de este espíritu fue la colosal campaña de fundación del Partido: “El Chen del Sur y el Li norteño, conformes con construir un partido”. La Sociedad de Estudios Marxistas y otras organizaciones de chinos avanzados establecieron las organizaciones iniciales del Partido Comunista con la ayuda de la Internacional Comunista. Con devoción al estudio y divulgación del marxismo, abrieron controversia con las corrientes ideológicas antimarxistas, organizaron a las masas obreras e hicieron los preparativos de la creación de la Liga de la Juventud Socialista. Un partido político del proletariado, de tipo totalmente nuevo, y que tenía como guía de acción el marxismo-leninismo, emergía en julio de 1921 en Shanghai en el I Congreso Nacional del PCCh, y se puso de inmediato a dirigir a sus organismos de las diversas localidades para el desarrollo de un movimiento de obreros trabajadores y el fomento de la vertebración del propio Partido y de la Liga. Su segundo Congreso Nacional (julio de 1922) alumbró su programa de revolución democrática, sus primeros Estatutos y su organismo dirigente central, señal de que su creación había culminado sin contratiempos. Durante el proceso de su fundación se establecieron en plena práctica sus organismos y se formó, en términos de esencia, su gran espíritu fundacional.

Espectadores visitando en Shanghaila muestra pictórica de tema histórico “Salida del sol en Oriente: de Shikumen a Tian’anmen” en el Museo Conmemorativo del I Congreso Nacional del PCCh (foto de Liu Ying, periodista de la Agencia de Noticias Xinhua). El gran espíritu fundacional del Partido es una poderosa fuerza motriz espiritual con la que nuestro Partido une y conduce al pueblo en el avance incesante de victoria en victoria.

El sustrato cultural formador del gran espíritu fundacional de Partido fue la excelente cultura tradicional de la nación china, sin cuyo florecimiento y prosperidad esta no hubiera tenido su gran revitalización y que, gestada por más de cinco milenios de desarrollo de la civilización, conforma la corriente vital del genio nacional. Las nociones ideológicas y normas morales singulares de la nación chinase han formado de ideas tales como la benevolencia, ola importancia del pueblo, o la honestidad y credibilidad, o la discriminación dialéctica, o la simbiosis armónica,o la gran armonía, y de las virtudes tradicionales, como la autosuperación constante, o la dedicación al trabajo y el compañerismo, o la actitud justa y elogiosa con los demás, o la ayuda a gente en peligro y dificultad, o la brava defensa de lo que se percibe como justo, o la devoción a los mayores y el cariño familiar. Con su asunción del florecimiento o decadencia del país como misión propia y su consciente elección y amplia divulgación de la verdad marxista, los elementos de vanguardia chinos activaron la vitalidad de la excelente cultura tradicional china, brindando rico nutrimento cultural y espiritual para la formación del gran espíritu fundacional del Partido.

Profundas connotaciones intrínsecas

En el “Discurso en el acto de celebracióndel centenario de la fundacióndel Partido Comunista de China”, el secretario general Xi Jinping expuso por primera vez las profundas implicaciones y el significativo sentido de este espíritu, una intensa síntesis del proceso de cambio ideológico de los precursores de los comunistas chinos que posee no solo una penetrante fuerza histórica, sino también una inspiradora fuerza anímica, y una fuerza no solo conductora de la teoría, sino orientadora de la práctica, y forma un conjunto orgánico estrictamente lógico e intrínsecamente unitario.

La adhesión a la verdad lo era a la verdad científica del marxismo; la defensa de los ideales lo era del sublime ideal comunista y del ideal común del socialismo con peculiaridades chinas. Lo cual era expresión concentrada de los ideales y convicciones de los comunistas chinos y de su anhelo de unos valores comunes. El PCCh era un partido político armado con el marxismo, alma de estos ideales y convicciones. Viendo en la Revolución de Octubre de Rusia una “nueva aurora para toda la humanidad”, y sintiendo “muy dulce el sabor de la verdad”, los elementos de vanguardia chinos erigieron la fe marxista. El camarada Mao Zedong indicó: “La doctrina es como una bandera, la gente no vislumbra esperanza y se pone en movimiento hasta que no se la iza”.En el I Congreso Nacional del Partido se determinó el nombre de Partido Comunista de China y se dejó en claro que “un ejército revolucionario debe actuar junto con el proletariado para el derrocamiento del poder de la clase capitalista” y que había que “reconocer la dictadura proletaria hasta el fin de la lucha de clases” y “eliminar la propiedad privada capitalista”. Esto demuestra que el PCCh se atuvo desde el principio a tomar el marxismo como su guía de acción y estableció con una postura bien definida el socialismo y el comunismo como el objetivo de su lucha. La fe en el marxismo y en el socialismo y el comunismo sirve desde siempre como pilar espiritual para que los comunistas resistan cualquier tipo de prueba. El secretario general Xi Jinping indicó: “¿Por qué el PCCh es competente? ¿Por qué el socialismo con peculiaridades chinas es bueno? Porque, en último análisis, el marxismo es válido”.En adhesión a la verdad y en defensa de los ideales, los comunistas chinos promovieron sin cesar la chinización del marxismo y su adaptación a nuestro tiempo, guiando al pueblo chino al continuo impulso de la gran revolución social, y ello cambió profundamente el rumbo y proceso del desarrollo que seguía la nación desde los tiempos modernos, el porvenir y destino de ella y de aquel pueblo, y la tendencia y configuración del desarrollo mundial.

El cumplimiento de las aspiraciones fundacionales y la asunción de la misiónsuponían adherirse a una aspiración y una misión que perseguían la felicidad del pueblo y la revitalización de la nación. Lo cual era expresión concentrada de las responsabilidades históricas y la misión generacional de los comunistas chinos. El PCCh, partido político de la clase más avanzada del país —la clase obrera—, representaba no solo los intereses de esta, sino también los del pueblo y la nación chinos. Su programa máximo —materialización del socialismo y el comunismo— y su programa mínimo —el correspondiente a aquella etapa: derrocar a los caudillos militares, acabar con la opresión del imperialismo internacional y unificar China como una república auténticamente democrática— se elaboraron en su II Congreso Nacional, cuyas resoluciones plantearon este requerimiento a la militancia: “Todos y cada uno de los militantes deben demostrar que son comunistas no solo de palabra; lo más importante es hacerlo en la actuación”. Mezclando siempre la aspiración fundacional con su sangre, los comunistas chinos asumieron sobre sus hombros la misión, se apoyaron estrechamente en el pueblo, renacieron una y otra vez en fétidas y sanguinarias situaciones desesperadas y avanzaron sin cesar de victoria en victoria acometiendo lo más duro y superando adversidades. El secretario general Xi Jinping dijo: “De Shikumen a Tian’anmen, y de Xingye Lu a Fuxing Lu, en los últimos cien años todos los esfuerzos de nuestro Partido, todas las luchas que ha librado y todos los sacrificios que ha realizado son en pro de la felicidad del pueblo y la revitalización de la nación”. En cumplimiento de las aspiraciones fundacionales y asunción de la misión, los comunistas chinos unieron y condujeron al pueblo a la revolución, la construcción y la reforma, y, así, la nación china ha acogido el advenimiento de un gran salto —de la puesta en pie a una modesta prosperidad y a una naciente fortaleza—, y la materialización de la gran revitalización de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible.

El no temer el sacrificio y luchar con heroísmo suponía adhesión permanente a un espíritu combativo, una voluntad tenaz y un excelente estilo de trabajo para afrontar sin ningún miedo todo tipo de dificultades y desafíos y abrir con firmeza nuevas perspectivas. Lo cual era expresión concentrada del ejemplo espiritual, la voluntad y las cualidades de los comunistas chinos. El PCCh, “vanguardia del proletariado y partido que lucha por él y por la revolución proletaria”, siempre tomó como objetivo político fundamental suyo la “puesta en práctica de la revolución social”. Los comunistas chinos eran “gente de una madera especial”, sin miedo a “morir por la doctrina en que creen”. El camarada Mao Zedong dijo: “Desde la antigüedad, no ha existido en China ningún grupo que, como el Partido Comunista, no temiese sacrificarlo todo o sacrificar a tantas personas por hacer una cosa tan grande”. Y el secretario general Xi Jinping señaló: “En la respuesta a las diversas dificultades y desafíos, nuestro Partido ha forjado la reciedumbre y la calidad intrínseca de atreverse a luchar y vencer sin que le arredren ni enemigos fuertes ni peligros”. A través del temple revolucionario, los comunistas chinos han irradiado una potente vitalidad y vigor, marchando siempre a la cabeza de los tiempos y convirtiéndose en el sostén del pueblo de todo el país y en el firme núcleo dirigente.

Acto solemne de celebracióndel centenario de la fundacióndel PCCh (Beijing, plaza de Tian’anmen, mañana del 1 de julio de 2021, foto de Tian Dingyu, periodista de la Agencia de Noticias Xinhua). A lo largo de estos cien años, realzando el gran espíritu fundacional, el PCCh ha estructurado en la lucha dilatada una genealogía espiritual propia de los comunistas chinos y ha forjado una inherente calidad política bien definida.

Ser leales al Partido suponía devoción incondicional a sus creencias, a su organización y a su teoría, línea, directrices y políticas, y no defraudar al pueblo constituía adhesión al propósito fundamental de servirlo de todo corazón. Todo lo cual era expresión concentrada de la responsabilidad política y posición de los comunistas chinos respecto del pueblo. En el programa del I Congreso Nacional del Partido se estipularon explícitamente estos requisitos para la militancia: “Podrá ser admitido en las filas del Partido todo aquel que acepte su programa y sus políticas, y esté dispuesto a ser un militante fiel”. El PCCh representaría siempre los intereses fundamentales de las más amplias masas populares y no poseería ningún interés particular propio. En las resoluciones de su II Congreso Nacional se lo señala como “un partido político en lucha por la masa proletaria [...] Si vamos a hacer un enorme partido de masas dedicado al movimiento revolucionario, no podríamos olvidar dos importantes leyes: una, que todas las actividades del Partido deben ir a lo hondo de las vastas masas populares; y segunda, que en su seno debe haber una organización y entrenamiento adecuados a la revolución”. El secretario general Xi Jinping señaló: “Los numerosos militantes del Partido de todo el país en todo momento deben amar al Partido, trabajar en pos del Partido, preocuparse íntimamente por el pueblo, ser fieles toda la vida y hacer contribuciones toda la vida”. Los comunistas chinos, que desde siempre han mantenido los vínculos más estrechos con las masas populares, han logrado desarrollarse y robustecerse pasando de pequeños a grandes y de débiles a poderosos, y han unido y conducido al pueblo a cambiar de raíz su porvenir y su destino, y los de la nación china.

El gran espíritu fundacional del Partido constituye la fuente histórica y epítome de la genealogía espiritual de los comunistas chinos

Xi Jinping indicó: “A lo largo de estos cien años, realzando el gran espíritu fundacional, el PCCh ha estructurado en la lucha dilatada una genealogía espiritual propia de los comunistas chinos y ha forjado unas cualidades políticas bien definidas”. La clave para comprender y tener asumido que este espíritu es la fuente del espíritu del PCCh está en conocer acertadamente la relación que guarda con tal genealogía y, en particular, entender a fondo qué posición y papel ha jugado en el proceso de la lucha centenaria del Partido.

Este gran espíritu es la fuente histórica de esa genealogía. Un árbol de mil varas de alto tiene su raíz, y un largo cauce de mil leguas tiene su fuente. La expedición de lucha del Partido tuvo como punto de inicio la gran práctica de su creación, y, puesto que fue en esta donde se formó el gran espíritu fundacional suyo, la formación de este espíritu preludiaba la genealogía espiritual de los comunistas chinos. En la continua lucha centenaria, el PCCh ha realzado su gran espíritu fundacional y ha unido y conducido al pueblo a una serie de éxitos colosales y a grandiosos espíritus: en el periodo de la revolución de nueva democracia, a sangrientas luchas sin rendirse ni ante cien reveses, logrando derribar las tres grandes montañas —el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático— y fundar la República Popular China, y al espíritu de las montañas Jinggang, el de la Gran Marcha, el de la Reunión de Zunyi, el de Yan’an y el de Xibaipo; en el periodo de la revolución y la construcción socialistas, al apoyo en sus propios esfuerzos y el arduo autorrobustecimiento, logrando establecer el socialismo como sistema básico y llevar adelante la construcción socialista, y al espíritu de resistencia a la agresión norteamericana y ayuda a Corea, el de Hongqiqu y el de Daqing, así como el espíritu del Hombre de Hierro, el de Lei Feng, el de Jiao Yulu y el de las “dos bombas y un satélite”; en el nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista, a la emancipación de la mente y el avance con espíritu pujante, logrando crear, mantener, defender y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas, y al espíritu de las zonas especiales, el de la lucha contra las inundaciones, el de la lucha contra el SARS, el de los vuelos espaciales tripulados y el de la lucha antisísmica y ayuda a los damnificados; y, en la nueva era del socialismo con peculiaridades chinas, al mantenimiento de la autoconfianza y autosuperación, a la preservación de los principios y a la innovación, logrando éxitos históricos y transformaciones históricas en la causa del Partido y el Estado, y al espíritu de la exploración lunar, el de Beidou de la nueva era, el gran espíritu antiepidémico y el espíritu de asalto de plazas fuertes en la liberación de la pobreza. Todos estos grandiosos espíritus, que han sido un flujo de agua vivaen los distintos periodos históricos para este manantial que es el gran espíritu fundacional del Partido y representan la expresión concreta con que la organización desarrollaba este en el cumplimiento de las distintas misiones históricas, configuran juntos la genealogía espiritual de los comunistas chinos.

Y tal gran espíritu es el epítome de esta genealogía. La historia fluye sin cesar y las esencias se heredan de generación en generación. Además de tener sus respectivas prioridades y propias características, los grandiosos espíritus forjados por el Partido en las diferentes temporadas históricas expresan desde diversos aspectos las connotaciones fundamentales del gran espíritu fundacional partidario, todas presentes en los principales contenidos de ellos, los cuales son: afianzamiento en las convicciones, lucha dura, búsqueda de la verdad en los hechos, coraje de abrir nuevos caminos, apoyo en las masas y determinación para la victoria (espíritu de las montañas Jinggang); afianzamiento en el rumbo político acertado, en la línea ideológica de emancipar la mente y buscar la verdad en los hechos, en el propósito fundamental de servir de todo corazón al pueblo y en las actividades emprendedoras de autosuficiencia y trabajo duro (espíritu de Yan’an); patriotismo, emprendimiento, búsqueda de resultados reales y dedicación (espíritus de Daqing y del Hombre de Hierro); amor a la patria, dedicación desinteresada, autosuperación, lucha dura, colaboración enérgica y coraje para ascender en escala (espíritu de las “dos bombas y un satélite”); valor para abrirse paso, realizar ensayos y ser pioneros, y entrega total y concentrada (espíritu de las zonas especiales); formación de una formidable fuerza con la unidad de voluntades, tenacidad en la lucha sin miedo a las dificultades y empeño perseverante e intrepidez para la victoria (espíritu de lucha contra las inundaciones); unión como un solo ser, actuación con la voluntad unánime de todos, ayuda mutua, superación de las dificultades por el esfuerzo conjunto, afrontamiento de los impedimentos e intrepidez para la victoria (espíritu de la lucha contra el SARS); supremacía de la vida, unión de la voluntad de todo el país, desafío a la muerte, respeto a la ciencia y compartición del mismo destino (gran espíritu antiepidémico); unión de voluntades de todas las instancias del país, envío de tropas selectas al combate, precisión y practicidad, emprendimiento e innovación, acometida de lo más duro y superación de las adversidades, y cumplimiento con el pueblo (espíritu de asalto de plazas fuertes en la liberación de la pobreza). Estos contenidos, que contienen la connotación fundamental del gran espíritu fundacional del Partido, son amplia evidencia de que este espíritu, formado en la práctica de la creación del Partido y también llevado adelante en su brillante historia centenaria, es tanto fuente histórica como epítome de la genealogía espiritual de los comunistas chinos.

Este espíritu fundacional partidario es la sangre revolucionaria que corre por la genealogía espiritual de los comunistas chinos. “Puedes romper una roca, pero no arrebatarle su solidez; pulir el cinabrio, mas no despojarle su rojez”, está escrito, y ese gran espíritu, que expresa concentradamente la naturaleza, propósito, excelente estilo de trabajo y grandes cualidades del PCCh y revela a fondo sus más contrastadas especialidades y particularidades, y que exhibe en amplitud el contenido esencial y la esencia y sustancia de la genealogía espiritual de los comunistas chinos, es la fibra roja que enhebra este linaje espiritual de ellos, el código secreto genético del incesante desarrollo y robustecimiento del PCCh.

La adhesión a la verdad y la defensa de los ideales revelan a fondo la clara idiosincrasia de ideología avanzada y de convicciones firmes propia del PCCh y muestra su potente superioridad ideológica. El motivo de que este pueda cumplir la dura tarea que ninguna otra fuerza política había sido capaz de hacer a partir de la época moderna está en que, tomando siemprecomo guía de acción la científica teoría del marxismo, abre sin cesar nuevos horizontes a la chinización de este; y el motivo de que pueda sufrir revés tras revés y luego alzarse una y otra vez está en que siempre toma la consecución del comunismo como su sublime ideal y noble aspiración. No se apaga la luz del ideal, ni la de las convicciones.

El cumplimiento de las aspiraciones fundacionales y la asunción de la misión revelan a fondo la clara idiosincrasia de inalterada aspiración original y de siempre iguales cualidades propia del PCCh y muestra su potente superioridad política. Este siempre integra estrechamente su propio porvenir y destino con el del pueblo chino y la nación china, y lucha incansable por la independencia nacional y la liberación popular, y por la prosperidad y fortaleza del país y la felicidad del pueblo. Toda lucha, todo sacrificio y toda creación en cuya consecución ha unido y conducido al pueblo chino constituyen, en fin de cuentas, un solo tema principal: materializar la gran revitalización de la nación china.

El no temer el sacrificio y luchar con heroísmo revela a fondo la clara idiosincrasia de tenaz voluntad y de excelente estilo de trabajo propia del PCCh y muestra su potente superioridad espiritual. Conservando siempre el intrépido espíritu de lucha (“Del sacrificio nace la decisión heroica, la de atreverse a crear un nuevo cielo para el sol y la luna”), sin miedo ni a enemigos fuertes ni a peligros y con ánimo para la lucha y para la victoria, ha creadomaravillas del ser humano, una tras otra, en los distintos periodos de la revolución, construcción y reforma de China. No hay ningún partido en el mundo que, como él, se haya tropezado con tantas dificultades y obstáculos, que haya experimentado tantas pruebas de vida o muerte, que haya hecho tantos sacrificios dolorosos.

El ser leales al Partido y no defraudar al pueblo revela a fondo la clara idiosincrasia de noble moralidad y de íntimo desasosiego por él propia del PCCh y muestra la potente superioridad moral de este. En el combate tenaz y lucha incansable de generación tras generación de comunistas chinos por la causa del Partido y el pueblo ha surgido gran número de mártires revolucionarios que afrontaron valientemente su último trance, y de héroes tenazmente luchadores, y de abnegadamente entregados modelos avanzados, en quienes quedaron plasmados con las actuaciones reales la infinita lealtad propia de un comunista al Partido y su infinito amor al pueblo.

Realce del gran espíritu fundacional del Partido en la nueva era

“Sin espíritu, ni la gente se tiene en pie, ni se fortalece el país”. En profunda amalgama con la sangre y el alma del Partido, del país, de la nación y del pueblo, el gran espíritu fundacional del Partido, convertido en rico nutriente para la esencia de la nación china, es un importante componente de esta esencia y la de la época, y una valiosa riqueza espiritual del Partido y el país. Su continuación y desarrollo será sin duda una poderosa fuerza motriz espiritual para alentar a todo el Partido y el pueblo de todo el país a una nueva expedición de animoso avance en la nueva era sin dejar de acometer lo más duro y superar las adversidades y de lograr una victoria tras otra.

El realce del gran espíritu fundacional del Partido requiere un efectivo estudio, entendimiento y aplicación del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era y un refuerzo de la fe, la convicción y la confianza. La raíz sustentadora de los comunistas ha consistido siempre en una firme adhesión a sus aspiraciones espirituales y un afianzamiento en los ideales y convicciones. Con tal que la teoría se vigorice, el Partido se vigorizará; con tal que la ideología se fortalezca, se fortalecerá este. Es pertrechando al Partido y educando al pueblo con el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era —el marxismo de la China actual y del siglo XXI— como ha de desarrollarse en ella este gran espíritu fundacional para seguir con éxito la nueva expedición de esta época y hacer realidad el objetivo de lucha fijado para el segundo centenario.

El realce del gran espíritu fundacional del Partido requiere un impulso de la nueva y grandiosa obra de la construcción del Partido y un firme mantenimiento de las aspiraciones originales y la misión de los comunistas chinos.Estas aspiraciones y esta misión constituyen la fuerza motriz fundamental que les estimula a avanzar sin cesar.El desarrollo de este gran espíritu en la nueva era se hará considerando lo de “conservar siempre las aspiraciones fundacionales del Partido y tener bien presente nuestra misión” como tema eterno del fortalecimiento de la construcción del Partidoy como tema vitalicio de todos los cuadros militantes para impulsar a fondo la revolución interna del Partido, eliminar con firmeza todos los factores que debilitan el carácter avanzado del Partido y dañan su pureza, y prevenir con decisión todos los peligros de contravención de las aspiraciones originales y la misión, y de desestabilización de los cimientos del Partido, con el propósito de vertebrarlo como un partido gobernante marxista siempre a la cabeza de los tiempos.

El realce del gran espíritu fundacional del Partido requiere el valor de ir auna gran lucha con numerosas características históricas nuevas y la permanente disposición a sacrificarlo todo por el Partido y por el pueblo. La gran revitalización de la nación china no se materializará en absoluto como un trabajo descansado y cómodo acompañado del son de tambores y gongs.Camino adelante habrá inevitablemente diversos tipos de riesgos y pruebas, e incluso bravo oleaje, por lo que se debe emprender una gran lucha de numerosas características históricas nuevas. El desarrollo de este gran espíritu en la nueva era se hará con ánimo impávido ante el sacrificio, con paso adelante en todo momento crítico, con valentía de asumir responsabilidades y actuar, de emprender acciones realistas ante situaciones arduas y de innovar, ycon disposición a consagrarse a sacrificiosy renunciar a intereses personales en pro de los colectivos, a fin de conquistar ininterrumpidamente nuevas victorias en la gran lucha.

El realce del gran espíritu fundacional del Partido requiere una verdadera consideración de la lealtad al Partido como primordial cualidad política de los comunistas y un perenne posicionamiento del pueblo en el lugar más importante del corazón. La fuerza del PCCh viene de la lealtad de sus militantes a la causa del Partido y de la conciencia y firmeza con que aplican la línea, las directrices y las políticas del mismo. El desarrollo de este gran espíritu en la nueva era se hará con acrecentamiento de las “cuatro conciencias” [sobre la política, los intereses generales, el núcleo dirigente y el alineamiento], afianzamiento en las “cuatro convicciones” [en el camino, la teoría, el sistema y la cultura] y cumplimiento de las “dos salvaguardias” [la firme salvaguardia de la posición del secretario general Xi Jinping como núcleo tanto del Comité Central del Partido como de toda su militancia y la firme salvaguardia de la autoridad y la dirección centralizada y unificada de dicho comité], y con sólida conciencia de “lo que es primordial para el Estado”, y con alto grado de identificación ideológica, política y de acción con el Comité Central del Partido, nucleado en torno al camarada Xi Jinping. Es imperativo pensar siempre en lo que piensan las masas y trabajar junto a ellas, empezando por las más necesitadas, por los problemas más destacados y por los intereses más reales, para dar concreción contante a la aspiración del pueblo a una vida mejor.

Fuente: Qiushi 2021 n.o 14


Los derechos de autor de la traducción del artículo pertenecen a Teoría China, indique la fuente para la reimpresión.


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