Fuente:Qiushi | Autor:Qu Qingshan | Actualizado el:2025-09-11
La modernización china es una en términos de coexistencia armoniosa del ser humano y la naturaleza
La acentuación de esta cuestión por el secretario general Xi Jinping se debe a la consideración del respecto de la naturaleza, la adaptación a ella, su protección y la promoción de la coexistencia armoniosa de ella y el ser humano como característica distintiva de la modernización china. El correcto conocimiento y dominio de esta característica es de suma importancia para impulsar fructíferamente esta modernización en el proceso de la práctica.
La coexistencia del ser humano y la naturaleza es opción necesaria para la subsistencia y desarrollo de la humanidad. La naturaleza es la madre de la vida y condición básica de la que depende la existencia y desarrollo del ser humano. Formamos una comunidad de vida, no hay sustitutos para el entorno ecológico, ni siquiera tenemos conciencia de su uso, difícilmente subsistiríamos si lo perdiéramos. La construcción de la civilización ecológica concierne al porvenir de la humanidad, que vive en una misma Tierra, no pudiendo país alguno permanecer al margen o preocuparse solo de sí mismo. Al dilucidar la relación de interdependencia entre el ser humano y la naturaleza, Engels dijo: “No debemos embriagarnos demasiado de nuestra victoria sobre la naturaleza; a cada victoria, esta se vengará”.
La coexistencia del ser humano y la naturaleza constituye una excelente tradición del pueblo chino y la nación china, ambos respetuosos siempre con ella y adoradores suyos, conocedores, ya desde tiempos remotos, de la importancia que la reverencia y acomodo a ella tenía para la subsistencia y desarrollo de la humanidad. Los chinos antiguos decían: “El cielo, la tierra y yo convivimos juntos, y todas las cosas y yo formamos una unidad”, “El cielo no habla, pero las cuatro estaciones siguen su funcionamiento bajo él; la tierra es silenciosa, todas las cosas crecen en ella”, “Las cosas nacen en armonía y crecen con nutrición”, “El ser humano sigue las leyes de la tierra, esta sigue las del cielo, este sigue las del dao, y este sigue lo que es natural”… Y dentro del trabajo y la producción se aconsejaba a la gente “no contravenir la temporada”, “no tirar redes de pesca densas a los estanques”, “llevar hachas a las montañas para talar según la temporada”, “adaptarse a condiciones de índole temporal y geográfica”, “no dejar morir una vida, no interrumpir su crecimiento”. Según registro de Los ritos de Zhou, en la dinastía Zhou del Oeste se establecían específicamente oficiales encargados de administrar los bosques montañosos, o los parques de cría de animales del entorno de la ciudad imperial, y se estipulaba, bajo sanción, que la tala de árboles en las montañas se hiciese en conformidad con las estaciones y el tiempo, y no se cazasen cervatos, ni se saqueasen los nidos para sacar huevos, ni se diera muerte a animales con flechas envenenadas. Muy atentos a la integración del cielo, la tierra y el ser humano, nuestros antepasados enlazaban los ecosistemas naturales y la civilización humana, y llevaban las actividades y el manejo de los asuntos de acuerdo con las reglas de la naturaleza.
La coexistencia del ser humano y la naturaleza es exploración y síntesis de nuestra propia práctica y experiencia. A partir de la fundación de la Nueva China, y en particular del inicio de la reforma y la apertura, nuestro conocimiento sobre la importancia de la protección del entorno ecológico ha pasado por un proceso de gradual profundización. Al ver la contaminación medioambiental y el deterioro ecológico causados en el contexto del desarrollo por contravenir las leyes naturales, con el consiguiente padecimiento y dolor de corazón para el pueblo, ganamos profundo entendimiento de que no era permisible en absoluto ir en pos de un desarrollo económico temporal a expensas del medio ambiente, cuya protección es una causa tan meritoria en el presente como beneficiosa para el futuro. En bien de los intereses del pueblo, nuestro Partido ha tomado la mayor decisión y ha redoblado los mayores esfuerzos por elaborar una serie de políticas y medidas destinadas a proteger y sanear el entorno ecológico, y ha redoblado esfuerzos por su cumplida aplicación. La implementación, por parte del secretario general Xi Jinping, de una nueva concepción del desarrollo en términos de innovación, coordinación, ecologicidad, apertura y compartición, así como de la noción de que las aguas cristalinas y las verdes montañas son cordilleras de oro y plata, ha establecido grandes principios para el saneamiento ambiental en el proceso de impulsar la modernización china. Gracias a los muy longevos esfuerzos incansables de todo el pueblo, el fomento de la civilización ecológica de nuestro país ha experimentado un cambio histórico, de naturaleza transformativa y de carácter general tanto en la teoría como en la práctica y ha concretizado importantes transformaciones: de saneamiento en puntos prioritarios a tratamiento sistémico, de respuesta pasiva a acción con toma de iniciativa, de partícipe a conductor de la gobernanza ambiental global y de exploración práctica a orientación de la teoría científica.
(En la foto, buldócer trabajando para conformar tierras de labranza de elevado estándar en la aldea de Shenming, poblado de Shipo, distrito de Pucheng, provincia de Fujian, el 2 de marzo de 2023. Imagen tomada por Jiang Kehong, periodista de la Agencia de Noticias Xinhua)
La coexistencia del ser humano y la naturaleza es una notable diferencia entre la modernización china y la occidental. Debido a su diferente sistema social y concepción del desarrollo, en el proceso del impulso de la modernización los países occidentales han seguido, en su mayoría, un camino de “primero contaminar y luego sanear”, cuya acelerada esquilmación de los recursos naturales en paralelo con la generación de una enorme riqueza material rompió la circulación y el equilibrio existentes en los ecosistemas del planeta, tensando la relación entre el ser humano y la naturaleza. Los “ocho grandes eventos mundiales de daño público” del siglo XX acaecidos en los países occidentales, que causaron un gran impacto y enormes pérdidas al entorno ecológico y a la vida de la gente, estremecieron a todo el mundo. Entre ellos figuran el smog fotoquímico de Los Ángeles, con cerca de mil muertos; la gran niebla de Londres, que dejó tras de sí cuatro mil fallecidos solo pocos días después de su disipación en diciembre de 1952 y otros cerca de ocho mil fallecidos por enfermedad respiratoria en los dos meses posteriores, más 12 eventos graves ocurridos sucesivamente en 1956, 1957 y 1962, y la enfermedad de Minamata, de Japón, que causó casi mil enfermos y ha sido una amenaza para más de veinte mil personas.
La característica distintiva de la modernización en términos de coexistencia del ser humano y la naturaleza nos exige que, en el proceso de impulsar la modernización china, persistiendo en el desarrollo sostenible y en la directriz de priorización del ahorro y de la protección, y de consideración de la regeneración natural como lo principal, demos protección a la naturaleza y al entorno ecológico igual que a nuestros propios ojos y sigamos con firmeza inalterable el camino del desarrollo civilizado conducente a una producción desarrollada, una vida holgada y unas buenas condiciones ecológicas, todo a fin de lograr un perenne desenvolvimiento de la nación china.
(Qu Qingshan, director del Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido)
Fuente: Qiushi 2023 n.o 16
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