| Autor:Qu Qingshan | Actualizado el:2024-03-11
La revolución interna constituye el rasgo más claro que distingue al PCCh de los demás partidos políticos, es la segunda respuesta —la que responde a cómo desembarazarse de los ciclos históricos de orden y caos, de prosperidad y decadencia— y la clave de que nuestro Partido avance de victoria en nueva victoria. La clave de la construcción integral de un país socialista moderno y del impulso integral de la gran revitalización de la nación china está en el Partido. En su condición de mayor partido gobernante marxista del mundo, con miras a poder contar siempre con el apoyo del pueblo y consolidar la posición gobernante durante largo tiempo, tiene que mantener en todo momento la lucidez y firmeza para resolver los difíciles problemas propios de un partido grande. Con el disciplinamiento integral y riguroso del Partido desde su XVIII Congreso Nacional, hemos solucionado numerosos problemas destacados existentes en su seno. Bajo su dirección, la lucha anticorrupción se ha desarrollado como nunca antes, asumiendo nosotros la responsabilidad de “ofender a unos cientos de elementos corruptos en vez de defraudar a los 1.400 millones de chinos” para curar las dolencias graves y poner el caos en orden, en integral impulso de que nadie ose, pueda ni intente corromperse, y, además, con la adopción simultánea de diversas medidas —la “caza del tigre”, el “trompazo a la mosca” y la “captura del zorro”—, ha resultado en una victoria aplastante y se ha consolidado de forma general, habiéndose extirpado graves peligros latentes en el Partido, en el Estado y en el Ejército. A partir del XVIII Congreso Nacional, los organismos de control disciplinario y de supervisión de todo el país han abierto más de 4.648.000 sumarios, de los cuales 553 corresponden a casos de investigación que involucraban a cuadros bajo administración del Departamento de Organización del Comité Central, y se ha sancionado a más de 25.000 cuadros del rango de director general y más de 182.000 del nivel de distrito o sección. Sin embargo, pervivirán a largo plazo tanto las pruebas que la gobernación, la reforma y apertura, la economía de mercado y el entorno exterior le plantean al Partido como los peligros de relajación del ánimo, de falta de suficiente capacidad, de desvinculación de las masas y de corrupción y demás fenómenos negativos que arrostra.
El Informe del XX Congreso enfatiza que el integral y riguroso disciplinamiento del Partido y su revolución interna están y estarán siempre en el camino y que no se permitirán en absoluto estados de ánimo laxos o de solaz, ni fatigosos o de hastío de batallar; debe impulsar con perseverancia su disciplinamiento integral y riguroso, promover a fondo la nueva y grandiosa obra de su construcción de la nueva era y guiar la revolución social con su revolución interna. Hemos de cumplir la exigencia general de la construcción del Partido de la nueva era, completar el sistema de su disciplinamiento integral y riguroso, y promover integralmente que se depure, se perfeccione, se renueve y se supere, de modo que, con firme adhesión a su aspiración fundacional y misión, sea siempre el firme núcleo dirigente de la causa del socialismo con peculiaridades chinas.
El Informe del XX Congreso enfatiza el mantenimiento y fortalecimiento de la dirección centralizada y unificada del Comité Central del Partido. Completaremos el sistema institucional de la dirección del Partido mediante el cual este maneja la situación de conjunto y coordina las diversas partes, y mejoraremos el mecanismo implementador de las decisiones y disposiciones importantes del Comité Central del Partido, dando con ello garantía de plena identificación de toda su militancia con su Comité Central en cuanto a posición, rumbo, principios y camino políticos y de su cohesión y unidad. En el refuerzo de la construcción política del Partido se aplicarán de manera rigurosa la disciplina y reglas políticas, se harán cumplir las responsabilidades protagónicas de los comités (o grupos dirigentes) del Partido de los diversos niveles y se acrecentará la capacidad política de juicio, comprensión y ejecución de los organismos partidarios y cuadros militantes de todas las instancias. Manteniendo una gobernación científica, democrática y legal, e implementando el centralismo democrático, innovaremos y mejoraremos las formas de dirección, elevaremos la capacidad del Partido para controlar el rumbo, planear la situación general, determinar las políticas y promover la reforma, y activaremos el entusiasmo de las diversas partes. Se hará potenciación del carácter político, espíritu de época, sentido de principio y combatividad de la vida política intrapartidaria, así como cumplida utilización de la crítica y autocrítica como arma, para depurar constantemente el ecosistema político interno del Partido. Persístase incansablemente en una aglutinación de voluntades y una forja del espíritu practicadas en uso del pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era. Hay que persistir en que los criterios, voluntades y acciones se unifiquen con el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era. En el reforzamiento de la educación de los ideales y convicciones hay que guiar a todos los militantes para que tengan bien presente el propósito del Partido, resuelvan bien la cuestión del “interruptor general” —la de la concepción del mundo, la vida y los valores— y se conviertan conscientemente en firmes creyentes y fieles practicantes del sublime ideal del comunismo y el ideal común del socialismo con peculiaridades chinas. Perfecciónese el sistema reglamentado de ordenamientos de la revolución interna del Partido. Persistiendo en el disciplinamiento de este en virtud de sistemas y reglamentos, y tomando sus Estatutos como fundamento y el centralismo democrático como núcleo, perfeccionaremos el sistema institucional de sus decretos internos, fortaleceremos la autoridad de estos decretos y nuestra capacidad de implementarlos, y formaremos un mecanismo con el que nos mantengamos firmes en la verdad y corrijamos errores, y descubramos problemas y rectifiquemos desviaciones. Vertébrese un contingente de cuadros altamente calificados capaces de asumir la importante misión de revitalización de la nación. Es necesario persistir en el principio de que el Partido administre a los cuadros y en que, con respecto a ellos, se considere simultáneamente la integridad moral y la competencia profesional, dando prioridad a la primera, no haya distinción por razón de procedencia y se hagan los nombramientos en función de los méritos, y hacer efectivos los criterios sobre los buenos cuadros de la nueva era. Determinando una orientación correcta en la selección y empleo de personal, es preciso seleccionar cuadros especializados altamente calificados que sean leales, honrados y responsables a fin de que los equipos dirigentes de los diversos niveles sean óptimos y fuertes. Con tenaz puesta en primer lugar de los criterios políticos, hay que hacer un reconocimiento a fondo y sólido de la calidad política de los cuadros, asegurando enfáticamente su cualificación en términos tanto políticos como de honradez. Es preciso fortalecer la adquisición de temple en la práctica por los cuadros y su entrenamiento especializado, y hacer hincapié en su forja en acciones de lucha importantes, con miras a aumentar su aptitud para el impulso del desarrollo de alta calidad, el servicio a las masas y la prevención y neutralización de los riesgos. Hay que reforzar la formación del espíritu y aptitudes de lucha de los cuadros, con esfuerzo de incremento de su capacidad de prevención de riesgos, de salida al encuentro de los desafíos y de resistencia a ataques y presiones, de modo que, primeros que nadie en cuanto a asunción de responsabilidades y cumplimiento del deber, muestren sus capacidades en tiempo ordinario, den un paso al frente con audacia en momentos cruciales y estén dispuestos a dar todo de sí en instantes de peligro y dificultad. Se perfeccionará el sistema de examen y evaluación de los cuadros, se les guiará en la interiorización y práctica de un correcto concepto de los méritos administrativos y se promoverá que haya, en lo referente a ellos, disposición personal al ascenso o descenso de rango jerárquico, así como a la entrada en los contingentes de cuadros o salida de ellos, conformando una buena situación de promoción de los competentes, premio a los excelentes, degradación de los mediocres y descarte de los incompetentes. Es indispensable ocuparse bien del plan de importancia capital —asegurar que la causa del Partido cuente con continuadores—. Fortalézcanse las funciones políticas y organizativas de los organismos del Partido. En atenimiento a la destacada orientación de redoblar los esfuerzos en los trabajos de los niveles de base, hay que ocuparse de la labor de construcción partidaria en promoción de la vigorización de las zonas rurales, fortalecer esta labor en las comunidades urbanas, impulsar que la construcción partidaria oriente la gobernanza de los niveles de base y reordenar constantemente los organismos partidarios de estos mismos niveles que adolecen de flaquezas y falta de coherencia, todo a fin de convertir tales organismos en firmes baluartes de combate capaces de materializar eficazmente la dirección del Partido. Se elevará integralmente la calidad de la construcción partidaria en los órganos oficiales y se impulsará esta construcción en las instituciones públicas. Se promoverá en las empresas estatales y financieras un fortalecimiento de la dirección del Partido en el curso del mejoramiento de la administración corporativa, se reforzarán los trabajos de construcción partidaria tocantes a las empresas de propiedad mixta o no pública y se racionalizará el régimen que administra los tocantes a las asociaciones gremiales, sociedades académicas y cámaras de comercio. Se potenciará esta construcción en los nuevos tipos de organizaciones económicas y sociales, y en los colectivos de nuevas modalidades de empleo. Insístase en potenciar con tono riguroso el enderezamiento del estilo del Partido y la aplicación estricta de su disciplina. En la tenazmente esforzada puesta en práctica del espíritu de los ocho reglamentos adoptados por el Comité Central del Partido hemos de prestar atención a la “minoría clave”, integrada por los cuadros dirigentes, para que estos guíen con su ejemplo a los de niveles inferiores; corregir en continuidad y profundidad los “cuatro hábitos malsanos”, con énfasis en el formalismo y el burocratismo, y erradicar decididamente la mentalidad proclive a las prerrogativas y los actos para aprovecharse de ellas. Con un buen manejo de las características regionales, sectoriales y secuenciales de la construcción de estilo, hemos de profundizar la rectificación teniendo bien sujetos los problemas de incidencia general y aparición repetitiva, e impulsar una construcción de estilo convertida en práctica regularizada y de efecto duradero. En fortalecimiento integral de la construcción disciplinaria del Partido, apremiaremos a los cuadros dirigentes, sobre todo a los de alto rango, a que sean rigurosos en su autodisciplinamiento, su asunción de las responsabilidades y su administración de lo que tienen a su cargo, consolidaremos la base en el ámbito ideológico, aumentaremos el sentido del espíritu partidario y fortaleceremos la capacidad de resistencia a la corrupción y prevención de la degeneración. Conquístese firmemente la victoria en la batalla decisiva y guerra prolongada de la lucha anticorrupción. La corrupción es el mayor tumor maligno lesivo a la vitalidad y combatividad del Partido, y la lucha contra ella, la revolución interna más de raíz. Mientras haya campo abonado y condiciones propicias para su germinación, no se podrá parar ni un solo segundo esta lucha, y sonará siempre el toque de rebato. Desencadenando fuerzas al mismo tiempo, en la misma dirección y de forma integral, persistiremos en impulsar en su conjunto que nadie ose, pueda ni intente corromperse.
(Qu Qingshan, director del Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido)
(Fuente: Boletín de Control Disciplinario y Supervisión de China, 3 de noviembre de 2022, quinta plana)
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