Fuente: Qiushi 2024, n.º 16 | Autor:Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido | Actualizado el:2024-10-23
El camarada Deng Xiaoping es sobresaliente dirigente con elevado prestigio reconocido por todo el Partido, el Ejército entero y el pueblo de las diversas etnias del país; gran marxista; gran revolucionario, político, estratega y diplomático del proletariado; combatiente comunista largamente probado; arquitecto general de la reforma, la apertura y la modernización socialista de China; emprendedor del camino del socialismo con peculiaridades chinas, y fundador principal de la teoría de Deng Xiaoping. Con motivo del 120 aniversario de su nacimiento, y en el momento en que todo el Partido, el Ejército entero y el pueblo de las diversas etnias del país estudian e implementan a fondo el espíritu de la III Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido, recordar sus méritos monumentales y sacar aprendizaje de sus nobles cualidades es de gran importancia para que, uniéndonos estrechamente alrededor del Comité Central, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, demos promoción integral con la modernización china a la grandiosa causa de conformación de un país poderoso y revitalización de la nación.
I. Los meritorios servicios imperecederos rendidos por el camarada Deng Xiaoping a la independencia y liberación de la nación china y a la causa de la modernización socialista de china
El imperecedero nombre de Deng Xiaoping está grabado en los corazones de cientos de millones de personas. Su trayectoria vital ―estrechamente ligada al proceso histórico de la creación y desarrollo del Partido Comunista de China (PCCh), el Ejército Popular de Liberación de China y la República Popular China, con el de la revolución, construcción y reforma de China y con el de la lucha, independencia y revitalización de la nación china― es gloriosa, batalladora y grandiosa.
Durante el periodo de la revolución de nueva democracia, el camarada Deng Xiaoping prestó servicios meritorios en pos de la independencia nacional y la causa de la liberación popular dirigidas por el Partido y llegó a ser uno de los fundadores beneméritos de República Popular China. Desde el levantamiento de Baise hasta la lucha sangrienta en las montañas Taihang; desde el avance hacia las planicies hasta la batalla decisiva de Huai-Hai; desde el cruce del río Changjiang hasta la marcha al Suroeste, el camarada Deng Xiaoping, íntimo compañero de armas del camarada Mao Zedong, rindió grandes méritos para la conquista de la victoria de la revolución de nueva democracia y la fundación de la Nueva China, con coraje sobrehumano e ilustres proezas militares.
Durante el periodo de la revolución y la construcción socialistas, contribuyó sobresalientemente a la culminación exitosa de la revolución socialista y a la exploración del camino de la construcción socialista de nuestro país. Como miembro importante de la primera generación del colectivo dirigente central del Partido, nucleado en torno al camarada Mao Zedong, planteó numerosas propuestas acertadas en cuanto a la exploración del camino de construcción socialista adecuado a la situación de nuestro país y a la superación de las dificultades económicas, y llevó adelante trabajos fructíferos al respecto.
En el nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista, convertido ya él en el núcleo de la segunda generación del colectivo dirigente central del Partido, hizo contribuciones históricas a la creación del socialismo con peculiaridades chinas. Ante la grave situación causada por la “revolución cultural”, se opuso claramente al erróneo punto de vista de los “dos todos” [mantener con firmeza todo lo que sea decisión del presidente Mao y seguir invariablemente todo lo que sea instrucción suya] para apoyar y dirigir el despliegue del debate sobre el criterio de la verdad, promoviendo así el enderezamiento de lo torcido en todos los aspectos. Bajo su guía, la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido restableció la línea ideológica de emancipación de la mente y búsqueda de la verdad en los hechos, dejó de utilizar la formulación errónea de “tomar la lucha de clases como eslabón clave”, determinó trasladar el centro de gravedad del trabajo de todo el Partido a la modernización socialista y tomó la importante decisión de emprender la reforma y la apertura, de modo que se logró un gran viraje de profundo alcance en la historia del Partido.
El 16 de noviembre de 1948, para garantizar la victoria en la campaña de Huai-Hai, el CC del PCCh y la Comisión Militar Central decidieron establecer un Comité General del Frente, compuesto por cinco camaradas: Liu Bocheng, Chen Yi, Su Yu, Tan Zhenlin y, ejerciendo como secretario, el camarada Deng Xiaoping (segundo por la izquierda) (foto de archivo).
Después de la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido, el camarada Deng Xiaoping lideró una serie de decisiones de nuestro Partido que impulsaron adelante paso a paso la reforma, la apertura y la modernización socialista, conduciendo tanto su balance sistemático de la experiencia histórica subsiguiente a la fundación de la Nueva China, con la resolución de dos grandes temas históricos interrelacionados entre sí —la valoración científica respecto de la posición histórica del camarada Mao Zedong y respecto del sistema científico del pensamiento de Mao Zedong, y el establecimiento del camino correcto de la modernización socialista de China a raíz de las nuevas realidades y exigencias del desarrollo— como su seguimiento exitoso de un nuevo camino socialista con peculiaridades chinas sobre la base de la práctica de revolución y construcción adquirida por la organización desde la fundación de la Nueva China, y, poniendo de relieve la necesidad de perseverancia en la asunción de la construcción económica como tarea central, en los cuatro principios fundamentales y en la reforma y la apertura, dirigió su formulación de la línea fundamental partidaria para la etapa primaria del socialismo y la de la estrategia de desarrollo de “tres pasos” para la modernización. A finales de los años ochenta y comienzos de los noventa del siglo XX, apoyó firme y enérgicamente la lucha emprendida por el Partido y el Gobierno en defensa del socialismo con peculiaridades chinas y, con las observaciones que hizo durante su inspección por el sur del país, dio honda respuesta teórica a múltiples problemas de comprensión destacados que durante largo tiempo habían desconcertado y trabado ideológicamente a la gente, propuso un importante pensamiento de significado práctico y orientador a largo plazo para el conjunto de la modernización socialista y garantizó que el Partido y el país avanzaran valientemente por el camino del socialismo con peculiaridades chinas.
La contribución del camarada Deng Xiaoping al Partido y al pueblo es de dimensión histórica y también mundial, ha cambiado no solo el destino histórico del pueblo chino, sino también el proceso histórico del mundo. Esto se puede ver con particular claridad mirando hacia atrás al camino recorrido, comparando con el de los demás y extendiendo la vista al que se va a seguir. Mirando en retrospectiva a la ardua exploración experimentada por nuestro Partido en el liderazgo de la construcción socialista, estableciendo relación con los graves reveses sufridos por el socialismo en algunos países y echando al mismo tiempo la vista a los enormes éxitos del socialismo en la China de hoy, ¡a la gente realmente le emociona la fortuna que ha tenido China de contar con el camarada Deng Xiaoping para liderarnos por lo que respecta a la creación de la grandiosa causa del socialismo con peculiaridades chinas! El XV Congreso Nacional del Partido los designó a él, al Dr. Sun Yat-sen y a Mao Zedong como las “tres grandes figuras punteras generacionales”del siglo XX, y el secretario general Xi Jinping elogió la reforma, la apertura y la grandiosa causa del socialismo con peculiaridades chinas, iniciadas bajo la dirección del camarada Deng Xiaoping, como uno de los “tres grandes hitos acaecidos desde la época moderna para hacer realidad la gran revitalización de la nación china”, y el camarada Deng Xiaoping es acreedor de una tal evaluación. Él dijo: “De no haber sido por Mao Zedong, el pueblo chino habría tenido, por lo menos, que tantear más tiempo en las tinieblas”. Igualmente diríamos hoy que, sin el camarada Deng Xiaoping, el pueblo chino no habría tenido una vida nueva como la de hoy y China no habría afrontado la nueva situación de reforma y apertura de hoy ni las brillantes perspectivas para su modernización socialista.
En su brillante trayectoria vital de lucha incesante por el pueblo chino, el camarada Deng Xiaoping demostró plenamente la noble cualidad, la mente abierta, el coraje sobresaliente y el estilo revolucionario propios de un verdadero comunista, y es digno ser un grandioso hijo del pueblo chino. La cualidad política más distintiva de su trayectoria vital fue la firmeza de las convicciones; su sustento emocional más profundo, el amor al pueblo; su característica ideológica más importante, la búsqueda de la verdad en los hechos; su estilo de liderazgo más notorio, el de proceder con ánimo emprendedor e innovador; su espíritu intrépido revolucionario más magnífico, el modo de pensar estratégico, y sus encantos personales más brillantes, la magnanimidad y el desinterés. Su fe y convicción inquebrantable en el marxismo y el comunismo, su profundo amor por la patria y el pueblo, su buen método ideológico y arte de liderazgo en plan de “hacer las cosas de acuerdo con la dialéctica”, su coraje y arrojo de avanzar con intrepidez suprimiendo lo viejo y estableciendo lo nuevo, su visión del mundo y modo de pensar estratégico en términos de “mirar al mundo y al futuro” y su amplia mente desinteresada suscitan a la vez íntima emoción y profunda reverencia. Era perennemente optimista y abierto de ideas aun en la adversidad, trataba siempre los asuntos con habilidad aun cargando con gran responsabilidad, tenía los pies bien puestos en el suelo aun dotado de una visión ambiciosa, y no andaba envaneciéndose pese a los altos méritos que tenía. Sus grandiosas hazañas y su noble estilo siempre estarán grabados en el corazón del pueblo chino y siempre nos inspirarán a avanzar valientes en la nueva era y en la nueva expedición. Digámonos hoy de corazón: “¡Hola, Xiaoping!”
II. Comprensión a fondo de la posición histórica y el significado rector de la teoría de Deng Xiaoping, y apertura constante, en nuevos puntos de partida, de nuevas perspectivas a la chinización del marxismo y su adaptación a los tiempos
El legado ideológico y político más importante que nos dejó el camarada Deng Xiaoping es el socialismo con peculiaridades chinas, iniciada por el Partido y el pueblo bajo su dirección, y la teoría de Deng Xiaoping, que él fundó. Esta teoría es producto de la integración de los principios fundamentales del marxismo-leninismo con la práctica en la China actual y las características de la época, es continuación y desarrollo del pensamiento de Mao Zedong bajo las nuevas condiciones históricas, es una nueva etapa del desenvolvimiento del marxismo en este país, es el marxismo de la China actual y es la cristalización de la sabiduría colectiva del PCCh.
La cuestión fundamental que el camarada Deng Xiaoping planteó y meditó constantemente en el proceso de liderar la reforma, la apertura y la modernización fue la de qué es el socialismo y cómo construirlo, y los reveses y desaciertos experimentados por el socialismo de nuestro país antes del inicio de la reforma y la apertura, así como algunas de las incertidumbres encontradas después en el avance, guardan relación con no habérsela clarificado completamente. El camarada Deng Xiaoping dijo: “Al llevar adelante la reforma y la apertura, y centrarnos en la construcción económica, no hemos renunciado ni a Marx ni a Lenin ni a Mao Zedong. ¡A los antepasados no debemos abandonarlos! De lo que se trata es de esclarecer qué es socialismo y cómo construirlo y desarrollarlo”. Ciñéndose justamente a esta cuestión fundamental, los comunistas chinos, con el camarada Deng Xiaoping como su exponente principal, crearon la teoría de Deng Xiaoping después de hacer un balance a fondo de las enseñanzas positivas y negativas adquiridas desde la fundación de la Nueva China y tomar como referencia la experiencia histórica del socialismo mundial. Esa teoría ha formado una serie de puntos de vista básicos interconectados sobre cuestiones importantes ―el camino del desarrollo socialista, las etapas del desarrollo, las tareas fundamentales, la fuerza motriz del desarrollo, las condiciones externas, las garantías políticas, los pasos estratégicos, la fuerza dirigente y sustentante, la reunificación de la patria, etc.―, ha dado respuesta relativamente sistémática y preliminar por primera vez a una serie de preguntas básicas sobre cómo construir el socialismo y cómo consolidarlo y desarrollarlo en un país relativamente atrasado en lo económico y cultura como China y ha heredado y desarrollado el marxismo con nuevos conceptos ideológicos, elevando la comprensión sobre el socialismo a un nuevo nivel científico.
El camarada Deng Xiaoping en la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido (diciembre de 1978), la cual puso fin categóricamente a la “toma de la lucha de clases como eslabón clave” y concretó el traslado estratégico del centro de gravedad del trabajo partidario y estatal, con lo cual se inició un nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista, y se consumó un gran viraje de hondo significado y largo alcance en la historia del Partido subsiguiente a la fundación de la Nueva China (foto de archivo).
La esencia de la teoría de Deng Xiaoping está en la emancipación mental y la búsqueda de la verdad en los hechos. Ya en 1958 había dicho: “Emancipando la mente y rompiendo la superstición, los recién llegados pueden sobrepujar a los anteriores [...] Hay que atreverse a pensar, a hablar y a hacer, y tener una rica creatividad [...] Es menester escribir artículos chinos de acuerdo con la situación de china”. Y, tras el inicio de la reforma y la apertura, enfatizó: “A nuestro entender, emancipar la mente significa tomar el marxismo como guía para romper con las ataduras de la costumbre y de los prejuicios subjetivistas, estudiar las nuevas circunstancias y resolver los nuevos problemas [...] La emancipación mental significa adaptar el pensamiento a la realidad, lo subjetivo a lo objetivo, o sea, buscar la verdad en los hechos”. En el proceso de la reforma, la apertura y la modernización, cada decisión importante que él tomó en algún momento crítico era viva encarnación de la emancipación de la mente y la búsqueda de la verdad en los hechos. Justamente apoyado en estas, nos dio guía para el cumplimiento de una causa totalmente nueva (“Marx no habló de ello; y ni nuestros antecesores ni los demás países socialistas han hecho nada parecido”) y para la apertura de nuevas perspectivas al marxismo con una serie de puntos de vista ideológicos pioneros, como por ejemplo el de la posición de nuestro país todavía en la etapa primaria del socialismo, el de que la esencia del socialismo era emancipar las fuerzas productivas, desarrollarlas, liquidar la explotación, eliminar la polarización y alcanzar finalmente la prosperidad común, el de la ciencia y tecnología como primera de las fuerzas productivas, el de la implementación en las zonas rurales del sistema de responsabilidad centrado en la contrata familiar ligada a la producción, el de permitir que algunas zonas y personas prosperasen antes y que las primeras zonas en desarrollarse impulsaran y ayudaran a las rezagadas, el de que tanto la planificación como el mercado eran recursos económicos, y un poco más de la una o del otro no significaba una diferencia esencial entre el socialismo y el capitalismo, el de que sin democracia no habría ni socialismo ni modernización socialista, el de la resolución de la cuestión de Taiwan, Hong Kong y Macao con el concepto científico de “un país con dos sistemas”, etc. ¡Qué retumbantes e incluso agitantes fueron en el momento de su presentación muchas de estas grandes conclusiones tan familiares hoy a la gente y qué impacto tan trascendental y de largo alcance tuvieron en cuanto a despejar la niebla ideológica de las mentes y abrir nuevas perspectivas a la reforma, la apertura y la modernización!
La historia del PCCh es una de constantemente promover la chinización del marxismo y su adaptación a los tiempos. En este gran proceso histórico, la teoría de Deng Xiaoping ha desempeñado un papel de suma importancia. En este gran proceso histórico, iniciado por los comunistas chinos, con el camarada Mao Zedong como exponente principal, el pensamiento de Mao Zedong dio el primer salto histórico de la chinización del marxismo. Siguiendo la vía así abierta por este, nuestro Partido consumó un nuevo salto al respecto al sucesivamente crear la teoría de Deng Xiaoping y formular tanto el importante pensamiento de la triple representatividad como la concepción científica del desarrollo, formando el sistema teórico del socialismo con peculiaridades chinas, sistema este cuya iniciación fue, la propia teoría de Deng Xiaoping, a su vez también continuación y desarrollo del marxismo-leninismo y el pensamiento Mao Zedong. Justamente ha señalado el secretario general Xi Jinping que “el mantenimiento y desarrollo del socialismo con peculiaridades chinas es una gran obra de lineamientos y principios básicos determinados por el camarada Deng Xiaoping y para la que han dejado capítulos maravillosos tanto la tercera generación del colectivo dirigente central, con el camarada Jiang Zemin como núcleo, como el Comité Central del Partido, con el camarada Hu Jintao como secretario general, y ahora la tarea de los comunistas de nuestra generación es seguir llevándola adelante”.
El camarada Deng Xiaoping dijo: “Marx tiene el lenguaje de su tiempo, y nosotros, el del nuestro. Cada era tiene su lenguaje propio, siempre hay uno nuevo en una nueva era”. En la nueva era del socialismo con peculiaridades chinas, el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era es el “nuevo lenguaje” de nosotros, los comunistas chinos. Este importante pensamiento, que, habiendo dado respuesta científica a importantes temas de nuestro tiempo, como el de qué tipo de socialismo con peculiaridades chinas se debe mantener y desarrollar en la nueva era o el de cómo hacerlo, supone la continuación y desenvolvimiento del marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo, con condición de marxismo de la China contemporánea y del siglo XXI, así como de quintaesencia de la época en cuanto a la cultura y el espíritu chinos, ha consumado un nuevo salto respecto de la chinización del marxismo y su adaptación a los tiempos.
La amplitud y profundidad con que hoy en día cambian los tiempos y se desarrolla nuestro país supera con creces lo que en su tiempo se figuraban los clásicos marxistas y plantea nuevos y más elevados requisitos en lo relativo a la promoción de la innovación teórica basada en la práctica. El camarada Deng Xiaoping dijo una vez: “Los verdaderos marxistas y leninistas deben entender, heredar y desarrollar el marxismo-leninismo de acuerdo con las circunstancias del momento”. Debemos asumir efectivamente la solemne responsabilidad histórica de los comunistas chinos contemporáneos, llevar unificadamente el mantenimiento del marxismo y su desarrollo, y no cejar nunca en poner en acción la aglutinación de voluntades y la forja espiritual propias del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, ni en disparar al “blanco” de la China de la nueva era con la “flecha” del marxismo, ni en integrar los principios fundamentales de este con la realidad concreta del país y con su excelente cultura tradicional, todo en favor de escribir constantemente nuevos capítulos de la chinización del marxismo y su adaptación a los tiempos.
III. Avance intrépido por el camino del socialismo con peculiaridades chinas que inició el camarada Deng Xiaoping hecho dando promoción integral con la modernización china a la grandiosa causa de conformación de un país poderoso y revitalización de la nación
La causa inacabada dejada para nosotros por los revolucionarios de la vieja generación, como Mao Zedong o Deng Xiaoping, condensadora de los ánimos y esfuerzos de sus trayectorias vitales, y que ha constituido el objetivo de lucha perseguido incansablemente por nuestro Partido durante más de cien años, es la de culminar la modernización. El camarada Deng Xiaoping denominó cariñosamente a nuestra causa de modernización socialista “modernización al estilo chino” y la interpretó con el concepto de “vida modestamente acomodada” que porta tintes culturales tradicionales, y también nos diseñó con audacia extraordinaria la grandiosa proyección de tres pasos para hacer realidad en lo básico la modernización. “Trabajar todos con la misma voluntad por hacer realidad las cuatro modernizaciones constituirá, durante un tiempo bastante largo, la tarea central y de importancia primordial de todo el pueblo, una gran empresa histórica de la cual dependerá el destino de la patria”, remarcó él. Ahora, el mejor tributo a él es el de, fijando la mirada en las importantes disposiciones hechas en la III Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido, trabajar firme, efectiva y sólidamente por dar promoción integral con la modernización china a la grandiosa causa de conformación de un país poderoso y revitalización de la nación.
Para impulsar la modernización china, hay que seguir con firmeza el camino del socialismo con peculiaridades chinas bajo la dirección del PCCh. Desde el comienzo de la reforma y la apertura, el camarada Deng Xiaoping ya indicó que la persistencia en los cuatro principios fundamentales constituía “el prerrequisito fundamental para la materialización de las cuatro modernizaciones” y que el núcleo era “la persistencia en la dirección del Partido”. Y se reiteró repetidamente en este sentido: “[...] La causa de la modernización socialista de China debe ser dirigida por el Partido Comunista; este principio es inamovible [...] La unidad de nuestro pueblo, la estabilidad de nuestra sociedad, el desarrollo de la democracia y la reunificación del país: todo depende de la dirección del Partido”. Indicó además: “Para llevar a cabo la modernización de tipo chino hay que partir de las peculiaridades de China [...] Si, en el pasado, al llevar adelante la revolución democrática, fue necesario proceder en consonancia con las características de China y tomar el camino, abierto por el camarada Mao Zedong, de cercar las ciudades con el campo, hoy día, al llevar adelante la construcción, también es preciso proceder de idéntica manera y abrir un camino de tipo chino para la modernización”. La modernización china, que es la modernización socialista dirigida por el PCCh, tiene no solo las características comunes a la modernización de los diversos países, sino, más aún, las peculiaridades chinas basadas en nuestras condiciones nacionales propias. Tenemos que implementar el liderazgo general del Partido en todos los ámbitos y aspectos de la modernización china, perseverar sin vacilación en la teoría, línea y estrategia fundamentales del Partido y ceñirnos firmemente a las características chinas, la exigencia esencial y los importantes principios, estando fuera de seguir el viejo camino de cerrazón y anquilosamiento mental y de tomar uno malo de cambio de bandera, de manera que la modernización china avance contra viento y marea, navegue con seguridad y llegue lejos.
Para impulsar la modernización china, hay que persistir en que lo que cuenta en la nueva era es el desarrollo de alta calidad. “Son muchas las tareas socialistas, pero la fundamental es el desarrollo de las fuerzas productivas”, señaló el camarada Deng Xiaoping. Y se reiteró una y otra vez en que “la única cosa incontrovertible es la necesidad del desarrollo”. Y ello es porque se trata de una verdad comprobada repetidamente por la práctica, además de una situación general del Partido y el país a la que debemos supeditarnos y prestar servicio. En su balance de las lecciones que supusieron cosas como no haber podido trasladar a tiempo el centro de gravedad del trabajo a la construcción económica o mantener la firmeza a la menor interferencia que hubiese, el camarada Deng Xiaoping enfatizó destacadamente la necesidad de “tomar la construcción económica como centro [...] Todas las demás tareas deben supeditarse a este centro y realizarse en torno suyo, y de ningún modo deben estorbarlo o postergarlo”. E instó una vez y otra en estos términos: “[...] aprovechar la coyuntura para desarrollar el país [...] esforzarnos por subir un eslabón cada cierto número de años [...] Es necesario y posible que aparezcan, en el largo proceso futuro de modernización, ciertas etapas de crecimiento bastante veloz y de rentabilidad relativamente alta”. El desarrollo ha sido y seguirá siendo la clave para que China resuelva todos sus problemas, así que, el pensamiento estratégico de que el desarrollo es la última palabra debe mantenerse inquebrantablemente. Al mismo tiempo, también debemos ver que el entorno y las condiciones de desarrollo de hoy han cambiado mucho en comparación con el pasado y que “los problemas subsiguientes al desarrollo no son menos que los de antes de desarrollarse”. Al entrar en la nueva etapa del desarrollo, tomando como tarea primordial de la construcción integral de un país socialismo moderno el desarrollo de alta calidad y como exigencia inherente a este e importante punto de apoyo suyo las fuerzas productivas de nueva calidad, se nos requiere implementar de manera completa, acertada y general la nueva concepción del desarrollo, estructurar con celeridad la nueva configuración del mismo e impulsar con empeño el desarrollo de alta calidad. El camarada Deng Xiaoping indicó que la clave del cumplimiento de las cuatro modernizaciones estaba en la ciencia y tecnología, y su base, en la educación. Hemos de considerar a la educación, la ciencia, la tecnología y las personas de talento como puntales de carácter fundamental y estratégico, y aplicar firme e invariablemente la estrategia de vigorización del país mediante la ciencia y la educación, la de su fortalecimiento con recursos humanos excelentes y la del desarrollo propulsado por la innovación, de forma que se perfile continuamente un nuevo conjunto de fuerzas motrices y ventajas para el desarrollo.
Para impulsar la modernización china, hay que seguir utilizando bien y suficientemente esta importante arma mágica, la reforma y apertura. Tal como señaló el camarada Deng Xiaoping, “la reforma es una segunda revolución en China [...] Persistir en la reforma y la apertura es una iniciativa que ha de decidir los destinos de China”. La naturaleza y propósito de la reforma no supone de ninguna manera negar o abandonar el sistema socialista, sino su autoperfeccionamiento y desarrollo. Él planteó la necesidad de “ser más audaz en la reforma y la apertura, y atreverse a experimentar [...] Cuando se acierta en una idea, hay que ensayar con audacia y abrirse paso con coraje”. También dejó como epítome el criterio de los “tres favorecimientos” como juicio de las ganancias o pérdidas de la reforma y el trabajo de todos los aspectos [ver si lo que se hace es favorable para desarrollar las fuerzas productivas socialistas, para incrementar la fortaleza integral de nuestro país socialista y para elevar el nivel de vida del pueblo], haciendo hincapié en que “la práctica es el criterio más duro” y que “hay que favorecer el socialismo dando con centenares de hechos una respuesta en términos de que la reforma y la apertura son del linaje socialista, no del capitalista”. Viendo la reforma y la apertura muy a la larga, y pensándolas muy a fondo, él destacó: “[...] para juzgar la reforma, hay que acompañarla, no por espacio de tres o cinco años, sino de unos veinte, e incluso hasta la primera mitad del próximo siglo [...] La reforma y la apertura deben abarcar todo el proceso del desarrollo de China”. A través de más de 40 años de reforma y apertura, con nuestro Partido como guía, el pueblo ha logrado el gran salto que va de acompasarse a la época a liderarla. Especialmente desde el XVIII Congreso Nacional del Partido, su Comité Central, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, ha profundizado la reforma de manera integral con ceñimiento a la solución de las contradicciones y problemas destacados existentes en la modernización, dando promoción y ampliación exitosa a la modernización china. La reforma y la apertura tienen solo forma de gerundio y nada de pretérito perfecto. Cuanto más grande y ardua sea la modernización china, más debemos buscar fuerza motriz en la reforma y vigor en la apertura. Las disposiciones sobre una mayor profundización integral de la reforma en impulso de la modernización china hechas en la recién clausurada III Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido han dado plena manifestación de la iniciativa histórica del Comité Central del Partido, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, en clave de mantenimiento y perfeccionamiento del sistema del socialismo con peculiaridades chinas en pro de la modernización del sistema y capacidades de gobernación del país y han emitido la fuerte señal de que no pare ni de progresar la reforma ni de avanzar la apertura. Debemos estudiar, dar a conocer e implementar a fondo el espíritu de la sesión plenaria y eliminar resueltamente todo obstáculo derivado de los regímenes y mecanismos, así como factor restrictivo, que obstaculice el impulso expedito de la modernización china, dejando con ello bien escrito un nuevo capítulo de los tiempos en clave de que en la nueva expedición se promueva la modernización china con una mayor profundización de la reforma.
Del 18 de enero al 21 de febrero de 1992, en una serie de importantes alocuciones suyas en gira de inspección por Wuchang, Shenzhen, Zhuhai, Shanghai y otros lugares, el camarada Deng Xiaoping dio respuesta clara a muchos importantes problemas de comprensión que por largo tiempo habían desconcertado a la gente y atenazado sus mentes, planteando ideas relevantes de significación práctica y rectora de largo alcance para la modernización socialista en su conjunto. En la imagen, el camarada Deng Xiaoping en camino de Shenzhen a Zhuhai (foto de archivo).
Para impulsar la modernización china, hay que impulsar el desarrollo integral de las personas y la prosperidad común del pueblo entero. En opinión del camarada Deng Xiaoping, el socialismo no es ni pobreza ni tampoco división en dos extremos, no existe sin democracia ni tampoco sin legalidad y no es factible sin atención ya a la civilización material, ya a la espiritual. Enfatizando que “en la obra de las cuatro modernizaciones es necesario actuar con dos manos, y no solo con una”, promovió una serie de medidas estratégicas de tomar el trabajo con las dos manos y tener la misma firmeza en ambas —tomar la civilización material en una y la espiritual en la otra; construcción en una y legalidad en la otra; reforma y apertura en una y castigo de la corrupción en la otra, etc.—. Además, prestó sumo interés al tema de la prosperidad común, indicando: “Del enriquecimiento común hemos venido hablando desde el inicio de la reforma, y este ha de llegar un día a ser el tema central [...] La expresión suprema de la superioridad del socialismo es el enriquecimiento común, algo que encarna su esencia”. En los últimos 40 años de reforma y apertura, yendo desde la adhesión a la civilización material y espiritual hasta la promoción del desarrollo coordinado de la civilización material, la política, la espiritual, la social y la ecológica, así como desde la salida de la pobreza y el logro de una sociedad modestamente acomodada hasta el posicionamiento de la promoción de la prosperidad común en lugar más prominente, el incesante proceso de enriquecimiento de las connotaciones de la modernización china y puesta de manifiesto de sus ventajas ha creado nuevas modalidades de la civilización humana. Tomando como punto de partida y de llegada de la modernización el cumplimiento de las aspiraciones del pueblo a una vida mejor, hemos de enriquecer constantemente el mundo espiritual de él paralelamente al cultivo a fondo de la base material de la modernización, desarrollar la democracia popular de proceso entero y promover la coexistencia armoniosa del ser humano y la naturaleza, todo con el fin de impulsar la consecución de avances más sustanciales en el desarrollo integral de las personas y la prosperidad común del pueblo entero.
Para impulsar la modernización china, hay que seguir el camino del desarrollo pacífico. Con una visión de gran amplitud y alcance, el camarada Deng Xiaoping hizo el importante juicio que “la paz y el desarrollo son dos problemas importantes en el mundo de nuestro tiempo”, remarcando: “Nuestra política exterior está llamada, en lo que atañe a China, a lograr un ambiente de paz para materializar las cuatro modernizaciones”. E indicó: “China nunca procurará la hegemonía, ni atropellará a nadie [...] Hay que salvaguardar nuestra imagen de gente que defiende su independencia y no se deja impresionar por ningún duende ni se asusta ante los demonios [...] Ningún país debe acariciar la ilusión de convertir a China en apéndice suyo ni de hacer que China ingiera el amargo fruto de soportar un atentado contra sus intereses”. A diferencia del viejo camino de modernización a través de guerras colonizaciones y saqueos propio de algunos países capitalistas de la vieja escuela, la modernización china es una que sigue el camino del desarrollo pacífico. Es necesario que, situados firmemente tanto del lado correcto de la historia como del lado del progreso de la civilización humana, y enarbolando la bandera de la paz, el desarrollo, la cooperación y la coganancia, despleguemos los valores comunes a toda la humanidad, impulsemos la estructuración de una comunidad de destino deella, procuremos nuestro propio desarrollo en el proceso de defender con firmeza la paz y el desarrollo mundiales y salvaguardemos aún mejor estos con nuestro propio desarrollo.
Para impulsar la modernización china, hay que promover a fondo la nueva y grandiosa obra de la construcción del Partido propia de la nueva era. “Nuestro Partido es indispensable para la modernización de China”, indicó el camarada Deng Xiaoping, quien ya a comienzos de la reforma y la apertura planteaba el tema de “qué características debe tener un partido en el Poder, cuáles son los requisitos que deben reunir los militantes de un partido en tales circunstancias y en qué consiste una buena dirección del Partido”. Nos dio la encarecida instrucción de que, “si surgen problemas en China, su origen estará en problemas surgidos en el seno del Partido Comunista”, y con estas notas destacadas: “Solo cuando se haya dotado a la dirección de vitalidad, superado el burocratismo, elevado la eficiencia y puesto en juego la iniciativa de las entidades de base y del pueblo habrá verdadera esperanza de hacer realidad las cuatro modernizaciones [...] Hay que ocuparse con toda atención de la construcción del Partido [...] Para mejorar el estilo de trabajo del Partido y el ambiente social, es necesario trabajar tenazmente sin aflojar ni un solo día [...] En todo el curso de la reforma y la apertura, es imperativo combatir la corrupción”, etc. A partir del XVIII Congreso Nacional del Partido, su Comité Central, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, ha promovido el disciplinamiento integral y riguroso del Partido con una determinación e intensidad sin precedentes, dándole a esta centenaria organización guía de apertura de nuevas perspectivas de revolución interna. Tenemos que mantener en todo momento lucidez y firmeza en cuanto a la resolución de los difíciles problemas propios de un partido grande, impulsar con perseverancia el disciplinamiento integral y riguroso de nuestro Partido y guiar la revolución social con su revolución interna, de manera que sea siempre el firme núcleo dirigente de la causa del socialismo con peculiaridades chinas, brindando una fuerte garantía para que con la modernización china se dé impulso general a la grandiosa causa de conformación de un país poderoso y revitalización de la nación.
Mantener y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas en un país tan grande como China, haciendo que el conjunto de sus más de 1.400 millones de habitantes entre en una sociedad modernizada, algo que constituye un éxito admirable, modificará enormemente la configuración mundial de la modernización. Con firmeza y autoconfianza, el camarada Deng Xiaoping dijo una vez: “Siempre que China no se deje aplastar, habrá en el mundo una quinta parte de su población que persista en el socialismo”. Y también pronosticaba lleno de esperanza: “Solo podrá afirmarse que se ha operado un gran cambio a mediados del próximo siglo, cuando China se acerque al nivel de los países desarrollados. Para ese entonces, el peso y el papel de la China socialista serán distintos y podremos hacer contribuciones relativamente grandes a la humanidad”.
Lo que hoy puede consolar al camarada Deng Xiaoping es que la tierra de China que él profundamente amaba está renovándose día a día, el camino del socialismo con peculiaridades chinas creado por él es cada vez más amplio, la causa de la modernización en la que tanto pensaba está llena de vitalidad y el grandioso plan que él nos trazó se está convirtiendo paso a paso en una hermosa realidad. Y sigue resonando en los oídos esta instrucción de las alocuciones que dio el sur del país: “Desde ahora hasta mediados del próximo siglo será un periodo de extrema importancia, durante el cual debemos trabajar metidos de cabeza y con abnegación. ¡Cuán pesada la tarea y cuán grande la responsabilidad que recaen sobre nuestros hombros!”
La rueda de la historia ha llegado a un periodo crítico de promoción integral con la modernización china a la grandiosa causa de conformación de un país poderoso y revitalización de la nación. ¡Unámonos más estrechamente alrededor del Comité Central del Partido, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, apliquemos integralmente el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, entendamos a fondo el significado decisivo de las “dos determinaciones” [la de la posición del camarada Xi Jinping como núcleo del Comité Central y de todo el Partido, y la de la posición rectora del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era], acrecentemos las “cuatro conciencias” [sobre la política, los intereses generales, el núcleo dirigente y el alineamiento], afiancémonos en las “cuatro convicciones” [en el camino, la teoría, el sistema y la cultura] y cumplamos las “dos salvaguardias” [la firme salvaguardia de la posición del secretario general Xi Jinping como núcleo tanto del Comité Central del Partido como de toda su militancia y la firme salvaguardia de la autoridad y la dirección centralizada y unificada de este comité], aprovechando cada día y cada hora con entrega completa al cometido, en conquista, con máximo esfuerzo, de la nueva victoria de la modernización china —la magnífica causa grandiosa sin precedentes en la historia humana—!
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