Qu Qingshan:Brillantez centenaria del PCCh

| | Actualizado el:2024-07-29

De su fundación en 1921 a hoy día, el Partido Comunista de China (PCCh) ha atravesado una trayectoria de más de cien años, que son cien años escritos con sangre, sudor, lágrimas, coraje, sabiduría y fuerza; cien años sembrados de penalidades, espinosas zarzas, arduo emprendimiento, valeroso avance, dificultades y riesgos, y magia; cien años de alcanzar el esplendor en medio de penalidades, resurgir de entre los reveses, cosechar éxitos en la exploración, enderezar lo torcido tras los desaciertos, crear nuevas perspectivas en viraje y ganar el futuro a través de la lucha. La historia centenaria del PCCh tiene por meollo temático y línea principal la procura de la independencia nacional y de la liberación popular, y la materialización de la prosperidad y fortaleza del país y de la felicidad del pueblo; por corriente principal y carácter innato la historia de lucha incansable, de no temer los sacrificios, de exploración teórica, de creación de bienestar para el pueblo y de autoconstrucción; por rasgo distintivo el de llevar incesantemente adelante la causa de la revolución, construcción, reforma y revitalización, y por misión solemne cumplir paso a paso los objetivos de lucha de salvar el país, vigorizarlo, enriquecerlo y fortalecerlo.

La historia centenaria del PCCh se divide en cuatro periodos históricos: el de la revolución de nueva democracia (dese la creación del Partido hasta la fundación de la República Popular China en octubre de 1949), el de la revolución y la construcción socialistas (hasta la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido, diciembre de 1978), el nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista (hasta el XVIII Congreso Nacional del Partido, noviembre de 2012) y la nueva era del socialismo con peculiaridades chinas (hasta hoy día), durante los cuales el PCCh ha cumplido y promovido cuatro grandes acontecimientos que han fraguado el esplendor centenario del Partido.

 

Se hace una época: en el periodo de la revolución de nueva democracia, 

el PCCh culmina la noble causa de salvar el país

Desde el arranque de la historia moderna de China (coincidente con la Guerra del Opio, 1840), el país se había ido convirtiendo en una sociedad semicolonial y semifeudal. El pueblo e innumerables personas de elevados ideales emprendieron un sinfín de exploraciones penosas y una lucha indoblegable para cambiar el trágico y humillante destino de la nación. Los movimientos levantadotanto por la clase gobernante feudal (el de Occidentalización) y la clase campesina (el del Reino Celestial Taiping y el de Yihetuan) como por los reformistas (el Movimiento Reformista de 1898) y los revolucionarios de la burguesía (la Revolución de 1911) terminaron fracasando. Justamente bajo semejante contexto histórico subió al escenario político del país el PCCh, nacido en respuesta a las necesidades de los tiempos en un marco de fuerte conflicto de las contradicciones sociales de la China moderna, enconada lucha de resistencia de su pueblo contra la dominación feudal y la agresión extranjera, e integración del marxismo-leninismo con su movimiento obrero.

La celebración en Shanghai del I Congreso Nacional del PCCh, convocado para el 23 de julio de 1921 y concluido varios días después en una embarcación roja en el lago Nanhu (Jiaxing, provincia de Zhejiang), marcó su creación oficial, con organismos iniciales que agruparon los ya establecidos anteriormente en las diversas localidades. Si bien, según ha escrito el renombrado historiador Hu Qiaomu, este acontecimiento pareció no haber sucedido ―no existe ni la menor reseña periodística al respecto―, con él empezó en esencia un gran acontecimiento en China. En su síntesis de la historia de la fundación del Partido, Mao Zedong se expresó así: “En China nació el Partido Comunista, acontecimiento trascendental que hace época […] A partir de ese momento, China cambió de rumbo”. A diferencia de los demás partidos y organizaciones políticos anteriores de China, una vez fundado, el PCCh estableció la materialización del comunismo como su ideal supremo y su objetivo final, y determinó como aspiración fundacional y misión suyas la persecución de la felicidad del pueblo chino y la revitalización de la nación china.

El PCCh experimentó una trayectoria tortuosa en su exploración del camino revolucionario de China, durante la cual,tenaz en combinar los principios fundamentales del marxismo y la realidad concreta de la revolución china, con su acción de aglutinación y conducción del pueblo chino, superando, una tras otra, grandes dificultades a costa de sangre y sacrificio, se halló el camino revolucionario correcto de cerco a las ciudades desde las zonas rurales y conquista del poder por la fuerza de las armas, se libró una sangrienta contienda de 28 años, con derrota del imperialismo japonés, se echó abajo la dominación reaccionaria del Guomindang y se dio cima a la revolución de nueva democracia, fundándose la República Popular China. Se puede decir que ni nos ha sido nada fácil el poder rojo ni nos lo ha sido la Nueva China. Se trata de color rojo conquistado a costa de la vida y sangre de innumerables mártires revolucionarios. Mao Zedong indicó en el VII Congreso Nacional del Partido: “Pasando dificultades y penurias, nuestro Partido luchó valientemente en medio del fuego y el trueno. Desde que el mundo es mundo, en China no había habido un grupo igual al Partido Comunista, que no se detuviera ante ningún sacrificio, hasta la vida, para llevar una empresa tan importante”. Inducido a capitular cuando se había quedado solo, agotadas sus municiones y víveres luego de combatir contra los invasores japoneses hasta el último momento, Yang Jingyu, líder del Ejército Unido Antijaponés del Noreste, dijo con determinación: “Paisano, ¿si todos los chinos nos rendimos, existiría China?”. Según estadísticas incompletas, en todo el país murieron entre 1921 y 1949 más de 3,7 millones de mártires revolucionarios, con nombres y apellidos, unos 370 diarios. Ellos nos dejaron verdaderamente escritos con sus propias acciones elevados sentimientos y aspiraciones como los que así versan: “Del sacrificio nace la decisión heroica, la de atreverse a crear un nuevo cielo para el sol y la luna”.

La fundación de la Nueva China, símbolo de la victoria de la revolución de nueva democracia antiimperialista y antifeudal llevada por las amplias masas populares bajo la dirección del PCCh, proclamó la puesta en pie del pueblo chino, terminándose definitivamente aquella vieja China de histórica sociedad semicolonial y semifeudal, desperdigada, sin nadie al mando, y aboliéndose por completo los tratados desiguales impuestos a ella por las potencias, así como todas las prerrogativas de las que había disfrutado el imperialismo en nuestro país, de manera que el pueblo chino se convertía realmente en el dueño del Estado y el país: un gran salto en China desde la milenaria política autocrática feudal a la democracia popular. La nación china empezó a recorrer el ancho camino de cumplir su gran revitalización, “trabajando con valentía y diligencia por crear su propia civilización y felicidad, y también por promover la paz y libertad mundial”.

 

Se transforma una época: en el periodo de la revolución y la construcción socialistas, el PCCh cumple la noble causa de vigorizar el país 

A principios de la fundación de la Nueva China, nuestro país se enfrentaba a una situación internacional y nacional extremamente difícil y complicada: la economía nacional en decadencia y el pueblo pasando hambre y miseria a causa de la larga guerra; grave bandolerismo debido al sabotaje de lo que quedaba del Guomindang al acecho de una oportunidad; poder político no establecido en los niveles de base de algunas localidades que no habían sido liberadas; aislamiento político, bloqueo económico y amenaza militar impuestos por los países occidentales, con los Estados Unidos a la cabeza, país este que, por añadidura, inmediatamente después de la guerra civil de Corea (desencadenada el 25 de junio de 1950), invadió esta y envió la Séptima Flota para ocupar el estrecho de Taiwan. Todo ello amenazaba seriamente la seguridad de la recién fundada República Popular China. Pero “un puñetazo asestado evita el pegar de cien”, y, pasando por una amplia discusión y una reflexión integral, el Comité Central del Partido y el presidente Mao adoptaron la decisión estratégica de oponer resistencia a los agresores norteamericanos, ayudar a Corea, proteger los hogares y defender la patria. La Guerra de Resistencia a la Agresión Norteamericana y en Ayuda a Corea blandeó el poderío de la Nueva China y del Ejército, elevó el prestigio del PCCh entre el pueblo chino, reforzó la confianza de este en sí mismo y su orgullo nacional, y salvaguardó la paz de Asia y del mundo, lo que permitió que la Nueva China se mantuviese firmemente plantada. Fue exactamente como dijo más tarde Deng Xiaoping: “China logró [con la fundación de la Nueva China] una cosa, y es que nadie se atreve a menospreciarla.

Asimismo, el tema de cómo construir el socialismo y cómo promover la modernización de China suponía uno totalmente nuevo para el PCCh en los primeros días de la fundación de la Nueva China. De aprender de la Unión Soviética a tomarla como referencia, el PCCh empezó a explorar un camino propio para la construcción socialista. En 1956, al concluir la transformación socialista de nuestro país, se determinó el socialismo como sistema básico y se inició a gran escala la construcción socialista, cosechándose grandes éxitos. En junio de 1954, Mao Zedong había formulado así: “¿Qué cosas podemos producir ahora? Podemos fabricar mesas, sillas, tazas y teteras, cultivar cereales, moler harina y fabricar papel, pero todavía no estamos en condiciones de producir ni un solo vehículo motorizado, ni un avión, ni un tanque, ni un tractor”. Bajo la firme dirección del PCCh, y a través de la autosuperación y lucha dura del pueblo del país entero, tuvimos un sinnúmero de números uno en la historia de China: avión, vehículo motorizado y tractor; bomba atómica y bomba de hidrógeno, satélite terrestre artificial y submarino nuclear, todos de investigación y fabricación propia, todos con éxito; el gran puente de Nanjing sobre el río Changjiang, el primero de su especie del país, con diseño y construcción propios; la primera insulina bovina sintética del mundo; el primer cultivo exitoso del arroz híbrido de grano largo... Pasando por más de veinte años de lucha, se establecieron preliminarmente sistemas de industria y de economía nacional relativamente completos. Deng Xiaoping dijo: “Si a partir de los años 60, China no hubiera llegado a poseer las bombas atómica y de hidrógeno, ni lanzado satélites, no habría podido llamarse gran potencia de influencia significativa ni tener la posición internacional que tiene ahora”. En ese periodo, nuestro país también dio solución preliminar al problema de ropa y alimentación de cientos millones de personas, lo cual fue reconocido universalmente como un prodigio mundial.

El buen estado espiritual de nuestro Partido y los buenos hábitos sociales de toda la sociedad propios de aquellos días de pasión ardiente se transformarían luego en una poderosa fuerza promotora de la revolución y construcción socialista.Clamando que “un bramido de los obreros del petróleo hace temblar tres veces la tierra”, el “espíritu del hombre de hierro” de Wang Jinxi, obrero de Daqing, que le dejó al pueblo del país entero impresiones, recuerdos y emociones inolvidables, le inspiró y animó a avanzar intrépido sin miedo a las dificultades. La lucha esforzada de este pueblo por la prosperidad de la patria quedó reflejada en miniatura por la hazaña de la gente del distrito de Linxian, que tajó la sucesión de elevadas montañas de Taihang con instrumentos rudimentarios para introducir el agua del río Zhanghe, construyendo el canal de Hongqi, río celeste artificial.

La marcha adelante de la revolución socialista y la determinación del socialismo como sistema básico, grandes creaciones emprendidas por todo el Partido y el pueblo de las diversas etnias del país entero aunados y conducidos por la primera generación del colectivo dirigente central del Partido, nucleada en torno al camarada Mao Zedong, reflejaron la voluntad del pueblo y, en correspondencia con la realidad china, se ajustaron a la corriente del desarrollo histórico. Esa transformación social, la más amplia y profunda de la historia de la nación china, sentó una premisa política fundamental y cimientos institucionales para todas las novedades y avances de la China contemporánea y proporcionó experiencia valiosa, preparación teórica y base material para la apertura de un socialismo con peculiaridades chinas.

En los periodos de la revolución de nueva democracia y de la revolución y construcción socialista, con el pueblo cohesionado y guiado por el PCCh, la nación china se había proyectado de su condición de “enfermo de Asia Oriental” a su puesta en pie.

 

Se le da vuelco a una época: en el nuevo periodo 

de la reforma y la apertura, y la modernización socialista, 

el PCCh promueve la noble causa de enriquecer el país

Constituía algo sumamente difícil el cómo explorar una vía propia de China para la construcción socialista en conjunción con sus condiciones nacionales, estando económica y socialmente atrasado el país. Tratándose de exploración, habría desaciertos. Al mismo tiempo de lograr éxitos, después de 1958 nuestro Partido también erró, e inclusos gravemente, sufriendo los reveses de la campaña del “gran salto adelante” y del movimiento de creación de comunas populares, así como el caos interno de la “revolución cultural”, cuyo influjo en la situación del conjunto duró un decenio. Puesto ante tales consecuencias graves ocasionadas por los errores “izquierdistas”, el Partido reflexionó a fondo. Deng Xiaoping comentó en una investigación desarrollada por él del 16 al 18 de septiembre de 1978 en el Noreste: “El socialismo revela su superioridad, y de ningún modo debe parecerse a lo de ahora, cuando llevamos ya más de 20 años de practicarlo y seguimos en esta pobreza, y así, ¿para qué sirve el socialismo?”. “Si ahora tampoco procedemos a hacer reformas, será sepultada la causa de nuestra modernización, así como nuestra causa socialista”, subrayó además en su importante famoso discurso “Emancipar la mente, actuar en función de la realidad y mirar unidos hacia adelante”, que, pronunciado el 13 de diciembre del mismo año en una reunión de trabajo del Comité Central, se convirtió, de hecho, en el informe temático de la posterior III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido y un manifiesto en cuanto a emancipar la mente y buscar la verdad en los hechos en el nuevo periodo.

La celebración de este pleno en 1978 ocasionó un gran viraje de profundo alcance en la historia del Partido subsiguiente a la fundación de la Nueva China e inició el nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista. A raíz de este pleno, ante la difícil situación provocada por la “revolución cultural”, armada con inmenso coraje político y teórico, la segunda generación del colectivo dirigente central del Partido, nucleada alrededor del camarada Deng Xiaoping, unió y condujo a todo el Partido y las diversas etnias del país entero en balance a fondo de las enseñanzas positivas y negativas de la construcción socialista de nuestro país, en toma como referencia de la experiencia histórica del socialismo mundial, en emancipación de la mente y búsqueda de la verdad en los hechos, en adopción de la decisión histórica de trasladar el centro de gravedad del trabajo del Partido y del país a la construcción económica y llevar a efecto la reforma y la apertura, en elaboración de la estrategia de desarrollo en tres pasos, en establecimiento de la línea fundamental de la etapa primaria del socialismo, en revelación a fondo de la esencia del socialismo y en creación de la teoría de Deng Xiaoping, así que se dio respuesta científica a una serie de cuestiones básicas relativas a la construcción del socialismo con peculiaridades chinas, con todo lo cual se creó exitosamente este socialismo en el curso de enderezar lo torcido y emprender la reforma y la apertura.

Por su lado, ante la variada y compleja situación nacional e internacional y las severas pruebas planteadas por los graves reveses sufridos por el socialismo en el mundo, actuando a raíz de la IV Sesión Plenaria del XIII Comité Central del Partido (1989), la tercera generación del colectivo dirigente central del Partido, nucleada en torno al camarada Jiang Zemin, aglutinó y guió a todo el Partido y las diversas etnias del país entero en adhesión a la teoría y línea fundamental del Partido, en firme defensa del socialismo con peculiaridades chinas, en determinación del programa y la experiencia fundamentales de nuestro Partido en virtud de las nuevas prácticas, en definición de los objetivos de reforma y marco básico de la economía de mercado socialista, en establecimiento del sistema económico básico y el de distribución propios de la etapa primaria del socialismo, en planteamiento de la estrategia fundamental de la gobernación del país según la ley, en promoción de la nueva magna obra de la construcción del Partido y en conformación del importante pensamiento de la triple representatividad, con lo cual abrió nuevas perspectivas a la reforma y la apertura integrales y llevó exitosamente el socialismo con peculiaridades chinas al siglo XXI.

A su vez, a raíz del XVI Congreso Nacional del Partido (2002), agarrando con firmeza y aprovechando debidamente el importante periodo coyuntural estratégico, el Comité Central del Partido, con el camarada Hu Jintao como secretario general, aglutinó y guió a todo el Partido y las diversas etnias del país entero en impulso activo de la innovación práctica, teórica e institucional, en perseverancia en un desarrollo integral, coordinado y sostenible que considerara al ser humano como lo primordial, en estructuración de una sociedad socialista armoniosa, en construcción acelerada de la civilización ecológica, en garantización y mejora empeñosas de las condiciones de vida del pueblo, en promoción tanto de la equidad y justicia social y la edificación de un mundo armonioso como de la construcción del Partido en lo tocante a su capacidad de gobernar y a su carácter avanzado, y en conformación de la concepción científica del desarrollo, lográndose así victoriosamente mantener y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas en la gran práctica de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada.

En el nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista, nuestro país consiguió un desarrollo económico acelerado y una sociedad con estabilidad duradera. Nuestra economía creció a alto ritmo entre 1978 y 2012, superando sucesivamente en cuanto al PIB a Italia, Francia, Reino Unido y Alemania, y sobrepasando a Japón en 2010, para convertirse en la segunda economía mundial. Al mismo tiempo, el país adelantó a Alemania en cuanto a exportaciones, llegando a ser el mayor exportador del mundo. Siguiendo los pasos del Reino Unido, EE. UU., Japón y Alemania subsecuentes a la Revolución Industrial del siglo XVIII, se convirtió en la “fábrica del mundo” y en 2010 se situó entre los países de renta media tirando a alta.

En el nuevo periodo de la reforma, la apertura y la modernización socialista, con el pueblo cohesionado y guiado por el PCCh, la nación china se proyectó de la puesta en pie a una modesta prosperidad.

 

Se remece una época: en la nueva era del socialismo con peculiaridades chinas, 

el PCCh impulsa, con previsible consecución para mediados del presente siglo, 

la noble causa del fortalecimiento del país  

A raíz del XVIII Congreso Nacional del Partido (2012), el Comité Central del Partido, con el camarada Xi Jinping como secretario general, unió y condujo a todo el Partido y las diversas etnias del país entero, con sostenimiento de bandera, determinación de rumbo, así como planeamiento y disposición, en adhesión al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, al importante pensamiento de la triple representatividad y a la concepción científica del desarrollo, en implementación integral tanto del pensamiento de Xi Jiping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era como de la línea y la estrategia fundamentales del Partido, en adopción de una serie de medidas estratégicas, en propulsión de una serie de prácticas transformadoras, en consecución de una serie de avances rompedores y en adquisición de una serie de resultados emblemáticos, habiendo con ello superado la prueba de los riesgos y desafíos en una variedad de aspectos —política, economía, ideología, naturaleza, etc.—, y habiendo llegado a resolver muchos problemas difíciles que por largo tiempo se habían querido pero no podido solucionar y a realizar numerosas grandes empresas antes deseadas pero impracticables, promoviendo así éxitos y cambios históricos en la causa del Partido y el país, la entrada del socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era, así como el emprendimiento de nuestro país de la nueva expedición para la construcción integral de un país socialista moderno.

Los éxitos y cambios históricos de la causa del Partido y el país logrados en la nueva era se manifiestan en los siguientes aspectos: 

 Hemos creado el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era, pensamiento que, con determinación clara de la estrategia básica del mantenimiento y desarrollo del socialismo con peculiaridades chinas, y con planteamiento de una serie de nuevos conceptos, ideas y estrategias acerca de la gobernación del país y del manejo de los asuntos administrativos, ha dado lugar a un nuevo salto en la chinización del marxismo y su adaptación a nuestro tiempo, y nos ha servido constante e incansablemente, como teoría fruto de la innovación, para pertrechar nuestra mente, orientar nuestra práctica y promover nuestro trabajo, ofreciendo guía fundamental al desarrollo de la causa del Partido y del país propio de la nueva era.

 Hemos fortalecido en todos los aspectos la dirección partidaria, dejando en claro que la dirección del PCCh es el rasgo más esencial del socialismo con peculiaridades chinas y la mayor superioridad de su sistema, que el PCCh constituye la fuerza dirigente política suprema y que la persistencia en la dirección centralizada y unificada del Comité Central es el principio político supremo; hemos perfeccionado el sistema institucional de la dirección del Partido sistémicamente, y hemos logrado que toda la militancia acrecentase las “cuatro conciencias” [sobre la política, los intereses generales, el núcleo dirigente y el alineamiento], mantuviese conscientemente un alto grado de identificación ideológica, política y de acción con el Comité Central y aumentase constantemente su capacidad política de juicio, comprensión y ejecución, lo que ha garantizado tanto la autoridad y la dirección centralizada y unificada del Comité Central como el despliegue del papel del Partido como núcleo dirigente para el dominio de la situación general y para la coordinación de las diversas partes, dando mayor cohesión y unidad a este partido político marxista nuestro con más de 98 millones de militantes.

 Hemos adoptado una científica y completa disposición estratégica para el desarrollo de la causa del Partido y del país propio de la nueva era, disposición que plantea que se cumpla el sueño chino de la gran revitalización de la nación china, se impulse esta revitalización con la modernización china y se dominen integralmente la gran lucha, la gran obra, la gran causa y el gran sueño; que deja fijadas la disposición general de un todo compuesto por cinco elementos la construcción económica, política, cultural, social y de la civilización ecológica— y la disposición estratégica de las “cuatro integralidades” [integralidad de la construcción de un país socialista moderno, de la profundización de la reforma, de la gobernación del país según la ley y del disciplinamiento riguroso del Partido]; que establece una tónica general del trabajo consistente en la pugna por un progreso basado en la estabilidad; que coordina el desarrollo y la seguridad, y que determina explícitamente la contradicción que hay entre la creciente demanda del pueblo de una vida mejor y el desarrollo desequilibrado e insuficiente como la principal contradicción de nuestra sociedad, a la cual nos ceñiremos estrechamente para impulsar los diversos trabajos, en constante enriquecimiento y desarrollo de las nuevas modalidades de la civilización humana.

 A través de una lucha continua, hemos materializado el sueño milenario de la nación china de tener una vida modestamente acomodada, poniendo el desarrollo de nuestro país en un punto de partida histórico más elevado. Persistiendo en ofrecer ayuda precisa contra la pobreza e invertir el máximo esfuerzo, hemos ganado la batalla de asalto de plazas fuertes de liberación de la pobreza de mayor magnitud librada en la historia humana todos los 832 distritos pobres del país se han quitado la etiqueta de distrito pobre”, cerca de 100 millones de habitantes rurales pobres se han librado de la pobreza y más de 9,6 millones de personas necesitadas se han trasladado a lugares más convenientes para su manutención—, con lo cual hemos logrado dar solución histórica al problema de la pobreza absoluta, con gran contribución a la causa global del alivio de la pobreza.

 Hemos planteado y aplicado la nueva concepción del desarrollo, con empeño en el impulso del desarrollo de alta calidad y de la estructuración de una nueva configuración del desarrollo; hemos puesto en efecto la reforma estructural por el lado de la oferta, y hemos elaborado una serie de estrategias regionales importantes de significado global, de modo que el poderío económico de nuestro país ha dado un salto histórico. El PIB ha subido de 54 billones de yuanes a 114 billones, y el peso específico del volumen total de nuestra economía en la economía mundial ha llegado a un 18,5 %, con un aumento de 7,2 puntos porcentuales, asegurándonos firmemente el segundo puesto mundial; y el PIB per capita ha aumentado de 39.800 yuanes a 81.000. La producción total de grano se ha situado sólidamente en el primer lugar mundial, y se ha garantizado eficazmente la seguridad alimentaria y energética de nuestros más de 1.400 millones de habitantes. Con un incremento de 11,6 puntos porcentuales, la tasa de urbanización ha alcanzado un 64,7 %. Ocupamos firmemente el primer lugar mundial tanto en magnitud de la industria manufacturera como en reservas de divisas. Hemos construido las mayores redes de líneas ferroviarias de alta velocidad y de autopistas del mundo y hemos logrado significativos éxitos en la construcción de infraestructuras, entre ellas las aeroportuarias, las portuarias, las hidráulicas, las energéticas y las informáticas. Hemos impulsado de manera acelerada la independencia y autosuperación en cuanto a ciencia y tecnología, con un aumento de los gastos del conjunto de la sociedad en I+D de 1 billón de yuanes a 2,8 billones, ocupando el segundo puesto mundial, y con el número total del personal dedicado a I+D situado en el primer lugar mundial. Gracias al incesante fortalecimiento de la investigación en ciencias básicas y la innovación original, hemos conquistado avances rompedores en algunas tecnologías claves y medulares, hemos desarrollado y robustecido las industrias emergentes estratégicas y hemos obtenido importantes resultados en ámbitos como el de los vuelos espaciales tripulados, el de la exploración de la Luna y de Marte, el de la exploración de las profundidades marinas y terrestres, el de la supercomputación, el de la navegación satelital, el de la información cuántica, el de la tecnología nucleoeléctrica, el de tecnologías de nuevas energías, el de la fabricación de grandes aeronaves o el de la biomedicina, todo lo cual permite a nuestro país figurar ya en las filas de las naciones innovadoras.

 Hemos profundizado integralmente la reforma con gran coraje político, librando satisfactoriamente su batalla de asalto de plazas fuertes, intensificando el diseño al más alto nivel para ella, atreviéndonos a penetrar en la zona de aguas profundas, a roer los huesos duros, a cruzar peligrosos bajíos y a afrontar nuevas contradicciones y desafíos, y consiguiendo romper las trabas ideológicas y conceptuales, derribar las barreras erigidas por la solidificación de intereses y erradicar decididamente las lacras de regímenes y de mecanismos que se manifestaban en muchos aspectos, de modo que se ha logrado establecer en lo básico el marco de sistemas fundamentales de los diversos ámbitos, muchos de los cuales han experimentado cambios históricos, remodelaciones sistémicas y reestructuraciones generales, que se ha culminado completamente la nueva ronda de la reforma de los organismos partidarios y estatales, que el sistema del socialismo con peculiaridades chinas se ha hecho más maduro y moldeado, y que se ha elevado notablemente el nivel de la modernización de los sistemas y capacidades de gobernación del país.

 Hemos aplicado una estrategia de apertura más dinámica y de mayor iniciativa, con estructuración de una red de zonas de libre comercio de alto estándar orientada al mundo, con impulso acelerado de la conformación de las zonas experimentales de libre comercio y del Puerto de Libre Comercio de Hainan, y con conversión de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta en un gratamente acogido bien público internacional y plataforma de cooperación internacional. Nuestro país se ha transformado en el socio comercial principal de más de 140 países o regiones, la primera potencia mundial en volumen total de comercio de bienes y una de las primeras del mundo en captación de fondos foráneos y en inversión cara al exterior, creando así una configuración de apertura al exterior de mayor alcance, extensión y profundidad.

 Hemos seguido con perseverancia el camino del desarrollo político del socialismo con peculiaridades chinas, lo cual ha rendido un desarrollo integral de la democracia popular de proceso entero, un impulso de institucionalización, reglamentación y procedimentalización de la política democrática socialista aplicado en todos los aspectos, un despliegue amplio de la democracia consultiva socialista, una más sólida condición del pueblo como dueño del país, una más vital democracia de los niveles de base, una consolidación y ampliación del frente único patriótico, una nueva fisonomía de unidad y progreso étnicos, una implementación integral de la directriz básica del Partido sobre el trabajo religioso y una mejor garantía de los derechos humanos. Se ha impulsado a fondo la construcción de un Estado de derecho socialista, se ha estructurado en lo básico la configuración general de la gobernación integral del país ajustada a la ley, se ha conformado con mayor rapidez el sistema del imperio de la ley del socialismo con peculiaridades chinas, se han conseguido progresos significativos en la reforma del régimen judicial, se ha hecho más firme la garantía de equidad y justicia social y se han abierto nuevas perspectivas a la construcción de una China regida por la ley.

 Hemos establecido y mantenido el sistema fundamental de la posición rectora del marxismo en el campo ideológico, lo que ha permitido grabar en la mentalidad de la gente las teorías creadas por el Partido en la nueva era, difundir ampliamente los valores socialistas esenciales, lograr una transformación creativa y un desarrollo innovador de la excelente cultura tradicional china, hacer que florecieran día a día las actividades culturales y mejorar constantemente el ecosistema cibernético, dándose así cambios globales y radicales en la situación del terreno ideológico. Hemos celebrado solemnemente el 90.o aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación de China y el 40.o aniversario de la puesta en práctica de la reforma y la apertura; hemos conmemorado solemnemente el 70.o aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y en la Guerra Antifascista Mundial, y el 70.oaniversario de la salida del país de los Voluntarios del Pueblo Chino para participar en la Guerra de Resistencia contra la Agresión Estadounidense y en Ayuda a Corea, y hemos celebrado con éxito los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Beijing, todo lo cual ha puesto de manifiesto el mayor dinamismo y fuerza de superación de la joven generación y ha dado evidencia tanto del notable afianzamiento de la convicción del Partido entero y el pueblo de todas las etnias del país en nuestra cultura como de su más elevado y ardiente talante moral.

 Hemos aplicado a fondo la concepción del desarrollo centrada en el pueblo, dedicando esfuerzos constantes a que hubiera crianza infantil, acceso a los estudios, retribución por el trabajo, asistencia médica en la enfermedad, sustento en la vejez, un lugar donde vivir y ayuda a los débiles, a resultas de lo cual se han mejorado en todos los aspectos las condiciones de vida del pueblo. La esperanza de vida ha subido a los 78,2 años. Los ingresos disponibles per capita de la población han pasado de 16.500 yuanes a 35.100 yuanes. La media anual de los puestos de trabajo urbanos creados ha superado los 13 millones. Se ha culminado la implantación del mayor sistema de educación, el mayor de seguridad social y el mayor de servicios médicos y sanitarios del mundo, resultando ello en un salto histórico del nivel de generalización de la educación, en una cobertura de 1.040 millones de personas del seguro de vejez básico y en una tasa estable de incorporación al seguro médico básico del 95 %. Se ha reajustado a tiempo la política de natalidad. Los trabajos de construcción de más de 42 millones de apartamentos correspondientes a la transformación de núcleos de chabolas, junto con los de rehabilitación de viviendas precarias para más de 24 millones de familias rurales, han hecho mejorar notablemente las condiciones de vivienda de los habitantes urbanos y rurales. Son ya 1.030 millones los usuarios de la internet. Ha sido más sustanciosa, garantizada y sostenida la percepción de beneficio, felicidad y seguridad de las masas populares, y se han conseguido nuevos éxitos en términos de prosperidad común.

 Hemos persistido en la noción de que las aguas cristalinas y las verdes montañas son cordilleras de oro y plata, obrando con mantenimiento de las acciones de protección integrada y tratamiento sistémico de montes, ríos, bosques, tierras de labranza, lagos, prados y tierras desertizadas; con fortalecimiento de la protección del entorno ecológico en todos sus aspectos, en todas las regiones y en todo su proceso; con compleción adicional del sistema institucional de la civilización ecológica; con adelantamiento a fondo del asalto de plazas fuertes en la prevención y tratamiento de la contaminación, y con firme progresión en cuanto a desarrollo ecológico, circular y bajo en carbono, a resultas de todo lo cual la protección del entorno ecológico ha experimentado cambios históricos, transformativos y de carácter general, siendo más azul el cielo de nuestra patria, más verdes sus montañas y más cristalinas sus aguas.

 Hemos implementado el concepto general de la seguridad nacional, consiguiendo con ello un incesante perfeccionamiento del régimen directivo de ella, así como de su sistema del imperio de la ley, su sistema estratégico y su sistema de políticas, y una defensa de la soberanía, seguridad e intereses de desarrollo del país hecha con férrea voluntad y admirables cualidades, sin retroceder ni un solo paso en cuanto a cuestiones de principio, de modo que se ha fortalecido integralmente la seguridad nacional. Completándose en mayor medida el sistema de la gobernanza social caracterizado por la coedificación, la coadministración y el codisfrute; poniéndose eficaz freno a las fuerzas separatistas étnicas, las religiosas extremistas y las violentas y terroristas; alcanzándose logros de fase en la lucha dirigida específicamente a la erradicación de las siniestras fuerzas de maleantes y mafiosos, y dándose fuerte respuesta a una serie de graves calamidades naturales, la construcción de una China de paz ha remontado a un nivel aún más alto.

 Hemos establecido el objetivo del Partido para el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas propio de la nueva era, hemos llevado a ejecución el pensamiento del Partido al respecto, hemos aplicado la directriz estratégica militar de la nueva era y hemos persistido en la dirección absoluta del Partido sobre el Ejército Popular, y en este contexto se celebró en Gutian la Conferencia sobre el Trabajo Político de las Fuerzas Armadas, lo cual ha impulsado un reordenamiento político con espíritu de rectificación del estilo de trabajo; se ha hecho con decisión regresar el centro de gravedad de la labor del Ejército entero hacia la vía recta de los preparativos bélicos y el libramiento de batallas, dejándose sólidamente implantada la combatividad como único criterio fundamental, lo que ha rendido refuerzo coordinado para una lucha militar tocante a todas las direcciones y todos los terrenos, y dedicación de grandes energías a un adiestramiento militar hecho mediante simulacros de combate, y se ha profundizado con audacia y resolución la reforma de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas, aplicándose reestructuraciones al régimen de dirección y mando del Ejército Popular, al sistema moderno de fuerzas militares y al de políticas militares, acelerándose la modernización de la defensa nacional y del Ejército, y cumpliéndose con éxito la reducción de los efectivos en 300.000 personas, con todo lo cual se ha renovado completamente el régimen, estructura, configuración y talante del Ejército Popular, han aumentado notoriamente su nivel de modernización y su capacidad de combate, y se ha ensanchado cada vez más el camino de su fortalecimiento con peculiaridades chinas.

 Hemos propulsado integral y acertadamente la práctica de “un país con dos sistemas” y, con persistencia en esta directriz y en la de “administración de Hong Kong por los hongkoneses”, la de “administración de Macao por los macaenses” y la de alto grado de autonomía, hemos promovido la entrada de Hong Kong en una nueva etapa en que, del caos al orden, se está encaminando hacia la prosperidad, de modo que Hong Kong y Macao han logrado mantener la buena tendencia de desarrollo duradero y estable. Hemos planteado la estrategia general de resolución del tema de Taiwan propia de la nueva era, hemos promovido el intercambio y la cooperación entre ambas orillas del estrecho de Taiwan, hemos combatido firmemente tanto las actividades secesionistas proclives a la “independencia de Taiwan” como la intromisión de las fuerzas externas y hemos sostenido con firmeza el poder rector y la iniciativa en las relaciones interribereñas.

 Hemos propulsado integralmente la diplomacia de gran país con peculiaridades chinas con impulso de la construcción de la comunidad de destino de la humanidad; hemos defendido con decisión la equidad y justicia internacional, fomentando la práctica de un multilateralismo genuino y combatiendo con una postura bien definida toda manifestación de hegemonismo y de política de fuerza, y hemos luchado sin vacilación contra cualquier acto de unilateralismo, proteccionismo y matonismo. Junto con mejorar la disposición general diplomática, hemos construido con dinamismo redes de asociación de cobertura global, impulsando así la constitución de un nuevo tipo de relaciones internacionales. Con despliegue de la asunción de la responsabilidad que le incumbe a un gran país responsable, hemos tomado parte activa en la reforma y vertebración del sistema de la gobernanza global y hemos emprendido por completo la cooperación internacional en la lucha contra la COVID-19, lo que ha reportado amplios elogios internacionales y ha incrementado notoriamente la capacidad internacional de nuestro país de influir, inspirar y moldear.

 Hemos propulsado a fondo el disciplinamiento integral y riguroso del Partido con persistencia en que “quien forja el hierro ha de estar bien forjado”; empezando, como punto de acometida, por elaborar y poner en práctica los ocho reglamentos adoptados por el Comité Central del Partido, hemos formulado e implementado la exigencia general de la construcción del Partido de la nueva era tomando su construcción política como mandato de las diversas labores de la construcción partidaria y persistiendo en que su construcción ideológica y disciplinamiento en materia de sistemas desencadenasen la energía hacia una misma dirección; en la rigorización de la vida política interna del Partido hemos desarrollado continuamente una educación centralizada intrapartidaria; además, hemos formulado y mantenido con firmeza la línea organizativa del Partido de la nueva era, destacando las normas políticas en la selección y empleo de personas calificadas; y hemos reforzado las inspecciones políticas itinerantes para formar un sistema de decretos intrapartidarios relativamente completo, impulsando que toda la militancia mostrase firmeza de ideales y convicciones, mantuviese la estrictez del sistema organizativo del Partido y aplicase con rigurosidad su disciplina y sus reglas. Con tenacidad y perseverancia hemos estado enderezando el estilo del Partido y aplicando con rigor su disciplina; con el espíritu de “clavar el clavo bien clavado”, hemos rectificado los “cuatro hábitos malsanos”; hemos combatido contra la mentalidad de los privilegios y contra las formas de manifestación de estos, y hemos corregido decididamente las prácticas malsanas y la corrupción surgidas al lado mismo de las masas, frenando algunas tendencias erróneas a las que por largo tiempo no se había puesto freno y venciendo algunos males crónicos y pertinaces no superados en muchos años. La lucha anticorrupción se ha desarrollado como nunca antes, asumiendo nosotros la responsabilidad de “ofender a unos cientos de elementos corruptos en vez de defraudar a los 1.400 millones de chinos” para curar las dolencias graves y poner el caos en orden, en integral impulso de que nadie ose, pueda ni intente corromperse, y, además, con la adopción simultánea de diversas medidas —la “caza del tigre”, el “trompazo a la mosca” y la “captura del zorro”—, ha resultado en una victoria aplastante y se ha consolidado de forma general, habiéndose extirpado graves peligros latentes en el Partido, en el Estado y en el Ejército, garantizándose así que el poder conferido por el Partido y el pueblo siempre se utilizase en bienestar de este. Tras esfuerzos incansables, el Partido ha encontrado la revolución interna como una segunda respuesta —la que responde a cómo desembarazarse de los ciclos históricos de orden y caos, de prosperidad y decadencia—, ha aumentado notablemente su capacidad de depurarse, perfeccionarse, renovarse y superarse, y ha revertido sustancialmente la situación de lenidad, flojedad y debilidad de su administración y disciplinamiento, con todo lo cual se ha formado y desarrollado continuamente un ecosistema político interno limpio y honrado, garantizándose así que el Partido nunca cambie de naturaleza, color ni sabor.

En la nueva era, el PCCh ha planeado estratégicamente la consumación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, el inicio de la nueva expedición de la construcción integral de un país socialista moderno y el cumplimiento del sueño chino de la gran revitalización de la nación china. En su XIX Congreso Nacional se hizo el arreglo de la consecución del objetivo de lucha fijado para el segundo centenario en dos etapas: la primera (de 2020 a 2035), cumplimiento básico de la modernización socialista, y la segunda (de 2035 a mediados de siglo), transformación de nuestro país en un poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello, cumpliendo el sueño chino de la gran revitalización de la nación china. En la “Propuesta del CC del PCCh para la elaboración del XIV Plan Quinquenal de desarrollo económico y social, y los objetivos de largo plazo para 2035”, aprobada en la V Sesión Plenaria del XIX Comité Central del Partido, se trazó un esquema de los objetivos de largo plazo para 2035. Cimentado en el arreglo estratégico de dos fases para culminar la construcción integral de un poderoso país socialista moderno, adoptado en el XIX Congreso Nacional del Partido, el XX dio un paso más en hacer macroperspectivas sobre los objetivos de desarrollo para 2035 y para mediados de siglo, haciendo disposiciones prioritarias para los cinco años comprendidos entre 2022 y 2027 sobre las tareas estratégicas y medidas importantes en aspectos tales como la construcción económica, el trabajo relativo al personal educativo, científico y tecnológico, el fomento de la política democrática, la gobernación integral del país según la ley, la construcción cultural, la garantía y mejora de las condiciones de vida del pueblo, la construcción de la civilización ecológica, la salvaguardia de la seguridad y estabilidad estatal, la construcción de la defensa nacional y del Ejército, etc.

Según perspectivas del PCCh, para 2035, tenemos los siguientes objetivos generales del desarrollo: habrán dado un salto sustancial el poderío económico-científico-tecnológico de nuestro país y su fortaleza nacional integral, y habrá ascendido su PIB per capita un nuevo gran trecho, alcanzando el nivel de los países medianamente desarrollados; su independencia y autosuperación científico-tecnológica de alto nivel será un hecho, y habrá ingresado en las primeras filas de los países innovadores; tendrá terminado de conformar su sistema económico moderno, creada su nueva configuración del desarrollo y cumplido en lo fundamental su nuevo tipo de industrialización, informatización, urbanización y modernización agrícola; tendrá básicamente cumplida la modernización de los sistemas y capacidades de su gobernación, completado aún más su sistema de democracia popular de proceso entero y culminada fundamentalmente la construcción de un Estado, un Gobierno y una sociedad regidos por la ley; se habrá constituido en un país fuerte en educación, en ciencia y tecnología, en personal cualificado, en cultura y en deporte, y en una China sana, con un poder cultural blando notablemente reforzado; tendrá a su pueblo disfrutando de una vida más feliz y hermosa, remontados los ingresos disponibles per capita de su población otro nuevo tramo, notablemente elevada la proporción de sus grupos poblacionales de renta media, materializada la equidad de acceso a los servicios públicos básicos, logradas las condiciones de vida modernas en sus zonas rurales en lo básico y mantenida en estabilidad duradera su sociedad, con los avances sustanciales más palpables en la prosperidad común de todo el pueblo y en el desarrollo integral de las personas; tendrá sus modos de producción y de vida ecológicos ampliamente formados, su emisión de carbono ya en estabilización con tendencia a la baja tras haber alcanzado el pico y su entorno ecológico esencialmente mejorado, habiendo cumplido así en lo fundamental su objetivo de construir una bella China, y tendrá fortalecidos en términos generales el sistema y capacidades de la seguridad nacional, habiendo logrado en lo básico la modernización de la defensa nacional y del Ejército. En clave de consecución de nuestra modernización en lo fundamental en 2035, hemos de luchar continuamente para convertir nuestro país en uno socialista moderno poderoso situado a la cabeza en fortaleza nacional integral e influencia internacional a mediados de este siglo, y en ese momento, nuestra civilización material, política, espiritual, social y ecológica habrá experimentado una mejora integral; se habrá culminado la modernización de los sistemas y capacidades de gobernación del país; China se habrá convertido en un país situado a la cabeza en fortaleza nacional integral e influencia internacional; la prosperidad común de todo el pueblo habrá devenido esencialmente una realidad, disfrutando este de una vida más feliz y segura, y la nación china se erguirá entre todas las otras naciones del mundo con un porte irradiador de un espíritu todavía más elevado.

La nueva era reviste un significado de particular importancia en la historia centenaria del PCCh, pues es la era en la que continuamos la causa de nuestros predecesores, abriéndola además a nuevos horizontes, y seguimos cosechando grandes victorias del socialismo con peculiaridades chinas en las nuevas condiciones históricas; es la era de la culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada y de la consiguiente construcción integral de un poderoso país socialista moderno; es la era en la que el pueblo de todas las etnias del país sigue luchando unido, crea de continuo una vida mejor y llega gradualmente a la prosperidad común; es la era en la que todos los hijos descendientes de la nación china continuamos aunando nuestras fuerzas y voluntades, y centramos todos nuestros esfuerzos en el cumplimiento del sueño chino de la gran revitalización de la nación china; es la era, en fin, en la que nuestro país hace sin cesar contribuciones aún mayores a la humanidad. El socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era es resultado de la gran revolución social emprendida por el pueblo bajo la dirección del PCCh, y también continuación de ella.

Se ha producido en la nueva era un cambio de rostro sin precedentes en el Partido, el Estado, el pueblo, las Fuerzas Armadas y la nación china que ha ejercido una honda influencia en China y en el mundo. En la nueva era, con el pueblo cohesionado y guiado por el PCCh, la nación china se proyecta de una modesta prosperidad a una naciente fortaleza, recibiendo con los brazos abiertos las brillantes perspectivas de la gran revitalización de la nación china.

 

Enseñanzas históricas: balance de la centenaria historia del PCCh

 

El Partido ha dirigido al pueblo en una grandiosa lucha mediante la que ha logrado hacer avances rompedores en el progreso, resurgir de entre los reveses y elevarse apoyándose en la síntesis, todo lo cual le ha permitido acumular valiosas experiencias históricaspersistencia en el liderazgo del Partido, en la supremacía del pueblo, en la innovación teórica, en la independencia y la autodecisión, en el camino chino, en tener en cuenta al resto del mundo, en el emprendimiento y la innovación, en la lucha intrépida, en el frente único y en la revolución interna.

1. Persistencia en el liderazgo del PCCh. El PCCh es la fuerza núcleo que dirige nuestra causa. El hecho de que el pueblo chino y la nación china hayan podido invertir el destino histórico que les marcó la época moderna, y conseguir los grandes éxitos actuales se debe fundamentalmente al firme liderazgo del PCCh. Tanto la historia como la realidad ponen de manifiesto que, sin el PCCh, la Nueva China nunca habría existido y la gran revitalización de la nación china sería un imposible. Para gobernar bien tanto nuestro Partido, el más grande del mundo, como nuestro país, el más poblado, es necesario persistir en el liderazgo general del Partido y, en particular, en la dirección centralizada y unificada de su Comité Central, así como en el centralismo democrático, a fin de garantizar en todo momento el dominio de la situación general ejercido por él y su coordinación de las diversas partes. Siempre que perseveremos sin vacilar en el liderazgo general del Partido, salvaguardemos con firmeza su núcleo y la autoridad de su Comité Central, despleguemos plenamente las ventajas políticas de su liderazgo y pongamos en práctica su liderazgo en los diversos terrenos, aspectos y eslabones de la causa del Partido y el país, podremos garantizar sin duda alguna que avancen unidos todo el Partido, todo el Ejército y el pueblo de todas las etnias del país.

2. Persistencia en la supremacía del pueblo. El Partido tiene en el pueblo sus raíces, su flujo vital y su fuerza, y el pueblo constituye la mayor fuente de la seguridad del Partido en su gobernación y revigorización del país. La voluntad del pueblo constituye la mayor política, y la justicia, la fuerza más poderosa. La mayor ventaja política de nuestro Partido es su estrecha vinculación con las masas, mientras que el mayor peligro que le acecha tras su asunción del poder es el divorcio de ellas. El Partido representa los intereses fundamentales de las masas populares más amplias de China, no posee intereses particulares propios y nunca representa los de grupos con intereses comunes, organizaciones poderosas o influyentes, o estratos privilegiados. He ahí la razón fundamental por la que nuestro Partido se mantiene invencible. Siempre que en todo momento persistamos en el propósito fundamental de servir al pueblo de todo corazón y en la línea de masas del Partido; tengamos bien presente que el país es el pueblo, y el pueblo es el país; perseveremos en que todo vaya en bien del pueblo y se apoye en él, en que el Partido gobierne el país en pro del pueblo y cuente con su respaldo para gobernar, y en que el desarrollo redunde en bien del pueblo, se apoye en el pueblo y el pueblo comparta sus frutos; y sigamos firme e invariablemente el camino de la prosperidad común de todo el pueblo, no cabe duda de que seremos capaces de conducir al pueblo en la obtención de nuevas victorias aún mayores en la práctica del socialismo con peculiaridades chinas, y de que ningún intento de separar al PCCh del pueblo chino o de poner cualquiera de ambos contra el otro prosperará.

3. Persistencia en la innovación teórica. El marxismo es el pensamiento guía fundamental en el que sustentan nuestro Partido y nuestro país, y que vigoriza al primero y fortalece al segundo. Puesto que no es un dogma, sino una guía para la acción, la teoría marxista ha de desarrollarse al compás de la evolución de la práctica, y su arraigo en nuestro país y en la conciencia de la gente solo es posible mediante su chinización y su adaptación a nuestra situación. El Partido ha logrado guiar al pueblo en el cumplimiento de arduas tareas que las demás fuerzas políticas de China no habrían podido cumplir en repetidas exploraciones, reveses y emprendimientos. Ello se debe esencialmente a que el Partido ha perseverado en emancipar la mente, buscar la verdad en los hechos, avanzar con los tiempos y adoptar una actitud realista y práctica; en combinar los principios fundamentales del marxismo con la realidad concreta de China y con su excelente cultura tradicional; en considerar la práctica como único criterio válido para verificar la verdad; y en proceder en todo conforme a la realidad, dando respuesta oportuna a las preguntas planteadas por la época y el pueblo e impulsando constantemente la chinización del marxismo y su adaptación a nuestro tiempo. El camarada Xi Jinping ha señalado que la gran transformación social de la China contemporánea no es una continuación simplista del prototipo de la historia y cultura de nuestro país, una simple copia del modelo concebido por los clásicos marxistas, una nueva versión de las prácticas socialistas de otros países ni una reproducción del desarrollo de la modernización en el extranjero. Siempre que tengamos la valentía de impulsar sin cesar la innovación teórica en función de las nuevas prácticas y sepamos orientar estas con nuevas teorías, conseguiremos sin falta que el marxismo exhiba en la tierra china la fuerza más poderosa y convincente de su verdad.

4. Persistencia en la independencia y la autodecisión. La independencia y la autodecisión constituyen tanto el alma espiritual de la nación china como importantes principios del mantenimiento de nuestro Partido y nuestro país. Seguir nuestro propio camino es la conclusión histórica a la que ha llegado el Partido a través de sus cien años de lucha. El Partido ha persistido siempre en abrir su camino de avance basándose en la independencia y la autodecisión, en situar el desarrollo del país y la nación en nuestras propias fuerzas como pilar fundamental, y en que sea el propio pueblo chino quien decide y gestiona los asuntos de China. A lo largo de la historia humana, ninguna nación ni país se ha podido fortalecer y vigorizar dependiendo de fuerzas externas, calcando modelos extranjeros o siguiendo servilmente los pasos de otros. Quienes así proceden, se ven inevitablemente abocados al fracaso o devienen apéndices de los demás. No cabe duda de que siempre que perseveremos en la independencia y la autodecisión, y en el apoyo en nuestro propio esfuerzo, aprendamos humildemente de las experiencias foráneas útiles y las tomemos modestamente como referencia, y nos afiancemos en la dignidad y la confianza nacionales sin dejarnos engatusar por las falacias ni temer a las presiones, podremos tener en todo momento y firmemente en nuestras manos el destino del desarrollo y progreso de China.

5. Persistencia en el camino chino. El rumbo determina el camino y el camino determina el destino. En sus cien años de lucha, el Partido ha perseverado siempre en explorar y trazar un camino correcto adaptado a la realidad china partiendo de nuestras condiciones nacionales. El camino del socialismo con peculiaridades chinas es un ancho camino dirigido a crear una vida mejor para el pueblo y materializar la gran revitalización de la nación china. Al estar con los pies puestos en la tierra china, heredar y transmitir la civilización china, y avanzar por este camino correcto adaptado a las condiciones de China, el Partido y el pueblo cuentan con el inconmensurable espacio del escenario que les ofrece nuestro tiempo, un sedimento histórico de una profundidad sin parangón y una inmensa y sólida firmeza para progresar. Siempre que sigamos invariablemente el camino del socialismo con peculiaridades chinas, siempre que no sigamos el viejo camino de enclaustramiento y anquilosamiento, ni tomemos el mal camino de abandonar nuestra bandera, no cabe duda de que podremos hacer de nuestro país un poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello.

6. Persistencia en tener en cuenta al resto del mundo. Cuando prevalezca la Gran Virtud, el mundo será de todos. El Partido siempre se ha preocupado por el porvenir y el destino de la humanidad con una visión global; comprende y aborda acertadamente las relaciones con el resto del planeta desde la principal tendencia del desarrollo humano, la gran configuración de los cambios operados en el mundo y la inmensa historia del desarrollo de China; persiste en la apertura antes que en el enclaustramiento, y en el beneficio mutuo y la ganancia compartida antes que en el juego de suma cero; y se mantiene firme en su defensa de la imparcialidad y su apoyo a la justicia, estando situado tanto del lado correcto de la historia como del lado del progreso de la humanidad. Siempre que sigamos con perseverancia el camino del desarrollo pacífico, nos desarrollemos a través de la preservación de la paz mundial y la salvaguardemos mediante nuestro propio desarrollo, avancemos codo a codo con todas las fuerzas progresistas del mundo, no nos supeditemos a los demás, no saqueemos a nadie y no persigamos jamás la hegemonía, podremos sin duda alguna contribuir constantemente con nuestra sabiduría y energía al progreso de la civilización humana, y, junto con el pueblo de los demás países, empujar las ruedas de la historia hacia un mañana esplendoroso.

7. La persistencia en el emprendimiento y la innovación. La innovación es la fuerza motriz inagotable del desarrollo y progreso de todo país y toda nación. Cuanto más grandiosa es una causa, mayores son sus dificultades y obstáculos y más necesarios son la lucha esforzada, el emprendimiento y la innovación. El Partido ha liderado al pueblo en abrirse paso entre espinosas zarzas, en innumerables exploraciones, en emprendimientos esforzados y en avances con espíritu pujante; en impulsar sin cesar la innovación teórica, práctica, institucional y cultural, así como las fomentadas en otros terrenos; y en recorrer, con la valentía propia de quien es pionero en el mundo, caminos no hollados por nuestros antepasados sin detener sus pasos fueran cuales fueran las dificultades o peligros. Siempre que nos adaptemos a la corriente de los tiempos, atendamos las demandas del pueblo, nos atrevamos a promover reformas, detectemos certeramente los cambios, respondamos a ellos con una actitud científica y tomemos la iniciativa de propiciarlos, evitando con todo ello anquilosarnos o estancarnos jamás en nuestro avance, no cabe duda de que obraremos más milagros de la humanidad que harán que el mundo entero nos mire con nuevos ojos.

8. La persistencia en luchar intrépidamente. La intrepidez necesaria para luchar y triunfar es una poderosa fuerza espiritual invencible propia del Partido y el pueblo. Ninguno de los éxitos que hemos logrado nos ha caído del cielo ni es fruto de dádivas otorgadas por otros, sino que todos ellos han sido conquistados a través de constantes luchas. Para bien del pueblo, del país y de la nación, así como de sus ideales y convicciones, nuestro Partido, que nació en medio de perturbaciones internas e invasiones externas, creció sufriendo múltiples penalidades, y se robusteció mediante el acometimiento de lo más duro y el vencimiento de dificultades, jamás ha tenido miedo, jamás ha retrocedido, jamás se ha amedrentado ante los sacrificios y jamás se ha rendido ni ante cien reveses ni por más poderoso que fuera el enemigo, más difícil y peligroso que fuera el camino y más severos que fueran los retos. Siempre que manejemos las nuevas características históricas de las grandes luchas, aprovechemos y hagamos un buen uso de las oportunidades históricas, llevemos la iniciativa en nuestras acciones, despleguemos nuestro espíritu de lucha, potenciemos nuestra capacidad combativa y consigamos aglutinar la voluntad y las fuerzas de todo el Partido y el pueblo de todo el país, es indudable que podremos superar todos los riesgos y desafíos, sean previsibles o imprevisibles.

9. La persistencia en el frente único. La unión hace la fuerza. La creación de un frente único más amplio es una importante arma mágica con la que cuenta el Partido para vencer al enemigo, así como para gobernar y revigorizar el país. Persistiendo invariablemente en una gran unión y una gran alianza, aunando todas las fuerzas aunables y movilizando todos los factores positivos movilizables, el Partido ha promovido relaciones armoniosas entre los partidos políticos, las etnias, las religiones y los estratos sociales, y entre los compatriotas de dentro y fuera del país, con el fin de potenciar al máximo la confluencia de las fuerzas en la lucha mancomunada. Siempre que consolidemos y desarrollemos sin cesar la gran unión de todas las etnias, de todo el pueblo y de todos los hijos de la nación china, y afiancemos el sentido de comunidad de la nación china, creando así una situación dinámica en la que todos los hijos de dentro y fuera del país aunemos nuestras voluntades y energías, no cabe duda de que lograremos hacer converger una fuerza arrolladora capaz de materializar la gran revitalización de la nación china.

10. La persistencia en la revolución interna. El coraje de llevar a cabo una revolución interna constituye un claro rasgo que distingue al PCCh de los demás partidos. El espíritu de revolución interna sirve de poderoso apoyo a su juventud inmarcesible y a su perenne vitalidad. Un avanzado partido marxista no nace, sino que se hace y se curte por medio de una constante revolución interna. El secreto de que nuestro Partido, habiendo vivido cien años de vicisitudes, esté aún más lleno de dinamismo radica en que siempre persevera en la verdad y corrige sus errores. Su grandeza no se debe a que no se equivoca nunca, sino a que jamás encubre su error por miedo a la crítica como quien oculta su enfermedad por temor al tratamiento, y a que practica activamente la crítica y la autocrítica, y tienen el coraje de afrontar los problemas y la valentía de llevar a cabo una revolución interna. Siempre que sigamos suprimiendo todo factor lesivo para el carácter avanzado y puro del Partido, y eliminando de su sano cuerpo todo virus corrosivo, no hay duda de que garantizaremos que el Partido nunca cambie de naturaleza, color ni sabor, y sea siempre el firme núcleo dirigente en el proceso histórico de mantener y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era.

Estas diez experiencias históricas, completas sistemáticamente e interconectadas entre sí, forman un conjunto orgánico que pone de manifiesto las garantías fundamentales con las que se debe contar para que la causa del Partido y del pueblo coseche un éxito tras otro; la fuente de energía necesaria para que el Partido permanezca siempre invencible; la razón fundamental por la que puede tomar siempre la iniciativa en la historia; y la vía fundamental que debe seguir en todo momento para conservar su carácter avanzado y pureza, y marchar al frente de los tiempos.

La firme determinación del PCCh es una gran causa de mil otoños, así que, a sus cien años, no está sino en la flor de la vida. En los últimos cien años, el Partido ha entregado al pueblo y a la historia una hoja de examen merecedora de un sobresaliente. Ahora, está uniendo y dirigiendo al pueblo chino en el avance por un nuevo camino para afrontar la prueba de alcanzar el objetivo de lucha fijado para el segundo centenario [el de la fundación de la Nueva China]. Llenos de elevados sentimientos al echar la vista atrás a la historia, la extendemos al futuro arrebatados de emoción. La historia es el paso del ayer al hoy y al mañana, no es posible amputar sus vínculos. En los cien años transcurridos desde su establecimiento, el PCCh ha unido y conducido al pueblo chino en creación de un esplendor histórico, el cual sirve de premisa, condición y cimiento para un mayor esplendor futuro. Conservando siempre la aspiración original, teniendo bien presente la misión y luchando para siempre, el PCCh dejará escrito un nuevo capítulo y creará mayor brillantez a mediados de siglo, o sea, el centenario de la fundación de la República Popular China. Forjado por la historia en la exploración y lucha del pueblo, el PCCh ha dado cohesión y conducción a este en creación de un centelleo histórico. “Al ver la historia, podemos ver el provenir”. Es preciso que, con estudio y repaso de la historia centenaria del PCCh, nos reafirmemos en su historia y, además, en el futuro del pueblo y la nación de China.

 

Autor: Qu Qingshan, director e investigador del Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido y director de la Sociedad China de la Historia del PCCh.

 


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