Entender a fondo la pentadimensional caracterización china de la modernización china

| Autor:Qu Qingshan | Actualizado el:2023-09-04

La cuestión del camino resulta de vital importancia para la materialización de la gran revitalización de la nación china. El 7 de febrero de 2023, el secretario general Xi Jinping hizo una exposición profunda sobre esta cuestión en un importante discurso pronunciado en un simposio para los nuevos miembros titulares y suplentes del Comité Central y para los principales cuadros dirigentes de rango provincial o ministerial dedicado al estudio y aplicación del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era y del espíritu del XX Congreso Nacional del Partido. Él indicó que la modernización china tiene no solo las características comunes a la modernización de los diversos países, sino, más aún, las distintivas peculiaridades chinas basadas en nuestras condiciones nacionales propias. En el informe del XX Congreso Nacional se ha sintetizado en términos explícitos la pentadimensional caracterización china de la modernización china y se ha revelado profundamente la connotación científica de esta última. Se trata de algo que, en condición no solo de síntesis teórica, sino también de requerimiento para la práctica, ha dado clara indicación de un ancho camino dirigido a culminar la construcción integral de un poderoso país socialista moderno y materializar la gran revitalización de la nación china.

Persistente en la integración de la teoría con la práctica y en la vinculación de la historia con la realidad, la importante dilucidación del secretario general Xi Jinping ha obrado no solo acometiendo una síntesis teórica de las características chinas de la modernización china, sino también planteando claros requerimientos para la práctica en cuanto a cómo impulsarla. El estudio concienzudo y la aplicación integral de esta importante dilucidación reviste un significado de orientación real sumamente importante para que el Partido entero y el pueblo de las diversas etnias del país promuevan integralmente la gran revitalización de la nación china con la modernización china obrando con autoconfianza y autosuperación, y con preservación de principios fundamentales e innovación, y trabajando con ánimos elevados y avanzando con valentía y firmeza. Se precisa comprender a fondo la pentadimensional caracterización china de la modernización china, llegando así aún más a un conocimiento a fondo de cómo determina la condición de esta modernización en cuanto ancho camino para construir un país poderoso y revitalizar la nación.

Característica notable: La modernización china es una en términos de enorme magnitud poblacional

Si el secretario general Xi Jinping enfatiza esta cuestión es en consideración de la enorme magnitud poblacional como rasgo prominente de la modernización china. Conocer y dominar correctamente esta característica es de suma importancia para impulsar fructíferamente esta modernización en el proceso de la práctica.

La enorme magnitud poblacional supone una condición nacional peculiar de China, cuya numerosa población ocupa una quinta parte de la de todo el mundo. No llegan a treinta, con una población no superior a 1.000 millones de personas, los países que han materializado la industrialización. Entre ellos, el de mayor volumen poblacional es Estados Unidos, con 333 millones de personas, cifra que supone solo una cuarta parte del chino, seguido de Japón, 125 millones, solo una undécima parte; otros, como por ejemplo Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, España, Australia, la República de Corea y Canadá, tienen una magnitud poblacional del orden de varias decenas de millones, siendo primera Alemania con sus más de 84 millones; Portugal, Suecia y otros se encuentran en un orden de magnitud de la decena de millones; y en el orden de millones de habitantes están Suiza, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Singapur, país este por encima de 5,6 millones, al que llaman ciudad-Estado o Estado-ciudad, cuyos moradores habitan una superficie territorial de solo 733 kilómetros cuadrados. La enorme magnitud poblacional china carece de parangón en el mundo.

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(En la foto, antorcha principal de la 31 edición de verano de los Juegos Mundiales Universitarios de la Federación Internacional de Deportes Universitarios, cuya ceremonia de inauguración se celebró en la noche del 28 de julio de 2023 en el estadio principal del Parque Deportivo del Lago Dong’an de Chengdu. Imagen tomada por Cao Yiming, periodista de la Agencia de Noticias Xinhua)

La enorme magnitud poblacional hace afrontar problemas arduos y complejos. La numerosa población de China no se distribuye uniformemente: es densa en el Este y el Sureste, y escasa en el Oeste y el Noroeste. China está muy por debajo del nivel medio mundial en cuanto a cifra per capita de superficie de tierra cultivable (menos de la mitad) y de recursos hídricos (cerca de la cuarta parte) o minerales. Debido a la considerable cifra base poblacional, una cuestión mínima se convierte en China, multiplicada por sus más de 1.400 millones, en un difícil problema de rango mundial, y la riqueza, por cuantiosa que sea, dividida por esa misma cifra, queda de inmediato en una reducida cantidad por persona. Entre los problemas referentes a alimentación, empleo, distribución, educación, asistencia médica, vivienda, atención a la vejez, preguarderías infantiles, etc., ninguno es fácil de resolver. La modernización china tiene una naturaleza ardua y compleja nunca vista antes.

La enorme magnitud poblacional requiere seguir un camino propio. La política china de “gran unificación”, su cultura “integrada y diversificada” y la configuración de su distribución étnica en “agrupamientos menores dentro de una gran dispersión” son de génesis histórica. Los diversos grupos étnicos del territorio chino han hecho contribuciones históricas a la formación de la nación china. La historia milenaria de China, su cultura espléndida y su peculiar concepto de los valores y del espíritu humano han determinado que no haya modelos ya existentes o ejemplos previos para promover su modernización. Mientras que el proceso de la modernización occidental ha sido uno sucesivo de desarrollo de la industrialización, la urbanización, la modernización agrícola y la informatización, el de la china será uno conectado de desarrollo imbricado de la industrialización, la informatización, la urbanización y la modernización agrícola. Por lo tanto, la vía de desarrollar la modernización china y la forma de impulsarla tienen sin duda sus propias características y peculiaridades chinas.

La enorme magnitud poblacional hará grandes contribuciones al progreso de la civilización humana. China ha alimentado a un 20 % de la población del planeta con tan solo el 9 % de las tierras cultivables del mismo. Durante la reforma y la apertura, nuestro país ha hecho una reducción de habitantes pobres de 800 millones, más del 70 % de la de todo el mundo, lo cual es una gran contribución a la causa global del alivio de la pobreza. La modernización china, que deshizo el mito de que modernización equivale a occidentalización, ha extendido una nueva perspectiva nunca habida en la historia, brindando al globo un modelo de desarrollo totalmente nuevo, a los numerosos países en vías de desarrollo una opción totalmente nueva y a la paz y el desarrollo de la humanidad la sabiduría china, el plan chino y la fuerza china. El logro chino de la modernización cambiará la configuración de la modernización mundial.

Este notable rasgo de modernización que es la enorme magnitud poblacional nos exige que, dentro del proceso de impulsar la modernización china, en la reflexión de las cuestiones, en la toma de las decisiones y en la tramitación de los asuntos siempre partamos de nuestras condiciones nacionales, no persiguiendo lo alto y lo lejano más allá de lo posible ni aferrándonos a las viejas reglas, guardemos paciencia en términos históricos y persistamos en pugnar por el progreso basado en la estabilidad, en avanzar de manera ordenada y gradual, y en marchar adelante sostenidamente.

Característica esencial: La modernización china es una en términos de prosperidad común de todo el pueblo

Si el secretario general Xi Jinping enfatiza esta cuestión es en consideración de la prosperidad común de todo el pueblo como característica esencial de la modernización china. Conocer y dominar correctamente esta característica es de suma importancia para impulsar fructíferamente esta modernización en el proceso de la práctica.

La prosperidad común de todo el pueblo es exigencia esencial del socialismo. Con la creación de la concepción materialista de la historia y la teoría de la plusvalía, Marx convirtió la utopía del socialismo en una ciencia. El socialismo científico estipula los principios básicos de la construcción socialista y de la consecución del comunismo. Es esencia del socialismo emancipar las fuerzas productivas, desarrollarlas, liquidar la explotación, eliminar la polarización y alcanzar, finalmente, la prosperidad común.

La prosperidad común de todo el pueblo encarna la aspiración fundacional y misión del Partido Comunista de China, que nació en medio de perturbaciones internas e invasiones externas, y, desde el mismo día de su fundación, ha venido considerando aspiración fundacional y misión suya la persecución de la felicidad del pueblo chino y revitalización de la nación. En la década de los cincuenta del siglo XX, el camarada Mao Zedong indicó como objetivo de desarrollo la necesidad de hacer nuestro país mucho más desarrollado, mucho más próspero y mucho más poderoso: “De esta prosperidad, que es para todos, y esta fortaleza, que es algo común, todos podrán beneficiarse”. Y el camarada Deng Xiaoping destacaba, cuando elaboraba al inicio de la reforma y la apertura la política del Partido sobre la prosperidad de la población, que la prosperidad común era el principio, la esencia y el objetivo del socialismo. A partir del XVIII Congreso Nacional del Partido, el secretario general Xi Jinping señaló muy a fondo: “La prosperidad común es en sí un objetivo importante de la modernización socialista [...] El fomento de la prosperidad común de todo el pueblo es una tarea de largo plazo y también de la realidad presente, así que nada de ansiedades ni tampoco de esperas; hay que colocar esta tarea en una posición aún más importante y actuar con los pies puestos en el suelo y de modo perseverante, haciendo esfuerzos aún más dinámicos y emprendedores para avanzar hacia este objetivo”. Y nos exigió agrandar la “tarta” y también repartirla como es debido. En el XIX Congreso Nacional del Partido, Xi hizo la solemne declaración de que se habrán dado sólidos pasos hacia la prosperidad de todo el pueblo para 2035 y se la materializará básicamente a mediados de siglo.

La prosperidad común de todo el pueblo refleja el vehemente deseo y la fuerte aspiración de los habitantes de las diversas etnias del país. Nuestro pueblo viene albergando desde la antigüedad la esperanza de la “sociedad modestamente acomodada” y el sueño del “estado social de gran armonía”. Confucio decía: “No se preocupan por lo poco de la riqueza, lo que les apura es el desequilibrio; no se preocupan por la pobreza, lo que les apura es el desorden”. Y Mencio: “Respeto a los ancianos de la propia familia y también a los de la del prójimo; cuidado de los menores de la propia familia y también de los de la del prójimo”. A partir de la fundación de la Nueva China, del inicio de la reforma y la apertura, y, en particular, de la entrada en la nueva era, el Partido ha considerado concurrentemente la eficacia y la equidad al elaborar las diversas directrices y políticas, gracias a lo cual hemos logrado avances activos y nuevos éxitos en la prosperidad común, con la culminación de la implantación del mayor sistema de educación, el mayor de seguridad social y el mayor de servicios médicos y sanitarios del mundo, resultando ello en un salto histórico del nivel de generalización de la educación, una vida del pueblo mejorada en todos los sentidos y una mayor sensación de beneficio, felicidad y seguridad de las masas populares.

La prosperidad común de todo el pueblo es la diferencia fundamental entre la modernización china y la occidental, pues la primera se centra en el pueblo y la segunda, en el capital, y lo que procura la primera es la materialización de la prosperidad común de todo el pueblo, mientras que la segunda conduce a la polarización, transfiriendo pobreza, en el proceso de varios siglos de su promoción, a los numerosos países en vías de desarrollo, como consecuencia de lo cual, aun en sus propios países, es extrema la desigualdad en los ámbitos de distribución, así que los pobres se hacen cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. En los Estados Unidos, las estadísticas al respecto muestran que la riqueza de los más ricos, que representan el 1 % de la población nacional, sobrepasa la de la multitud del 90 % del sustrato, llegando a una cota histórica del 32,2 % de la totalidad del país hacia finales del 2021 —estaba en el 23,5 % en 1989—, mientras que la de ese 90 % basal ha venido reduciéndose —de un 39,1 % en 1989 a un 30,2 % en 2021—, y se ha incrementado grandemente el número de vagabundos en los últimos años, con una media diaria, según estadísticas del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, de 582.500 en 2022, el 40 % de los cuales no tienen otro remedio que vivir en barriadas de alojamiento precario o en construcciones abandonadas u otros entornos paupérrimos.

La prosperidad común de todo el pueblo, característica esencial de la modernización, nos exige que, en el proceso de impulsar la modernización china, persistiendo en la concepción de desarrollo centrada en el pueblo, y tomando como punto de partida y de llegada de la modernización el cumplimiento de las aspiraciones de él a una vida mejor, invirtamos esfuerzos en la defensa y promoción de la equidad y justicia social y en el impulso de la prosperidad común de todo el pueblo, y prevengamos resueltamente la polarización.

Noble aspiración: La modernización china es una en términos de coordinación entre la civilización material y la espiritual

El énfasis del secretario general Xi Jinping en esta cuestión se debe a la consideración de la abundancia material y el enriquecimiento espiritual como aspiración noble de la modernización china. Conocer y dominar correctamente esta aspiración es de suma importancia para impulsar fructíferamente esta modernización en el proceso de la práctica.

La coordinación entre la civilización material y la espiritual es exigencia fundamental del socialismo. Entre una y otra, Marx creía que había entre ellas interconexión, influencia mutua, condicionamiento recíproco y una relación de unidad dialéctica. Y Engels desatacó la imposibilidad de materializar el comunismo sin un saber, una tecnología y una cultura abundantes. El socialismo es la fase primaria del comunismo, y la sociedad socialista es una de desarrollo integral, que precisa construir no solo la civilización material, sino también la espiritual, pues solamente puede calificarse de un socialismo verdadero al que realice un buen trabajo en estas dos civilizaciones. En la etapa del socialismo, solo cumpliendo gradualmente al mismo tiempo un alto grado de civilización material y moral se podrán crear suficientes condiciones para su transición a la sociedad comunista.

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(En la foto, línea de montaje y producción de GAC Aion New Energy Vehicle Co., Ltd., cuya sala de exhibición, taller de montaje y de producción de baterías, etc., visitó en misión de investigación el secretario general Xi Jinping el 12 de abril de 2023, ganando conocimiento de su logro de avances rompedores en tecnologías claves y medulares, y de su promoción del desenvolvimiento de la industria manufacturera hacia la alta gama, la inteligentización y la ecologización. Imagen tomada por Deng Hua, periodista de la Agencia de Noticias Xinhua)

La coordinación entre la civilización material y la espiritual representa la tendencia inevitable y rumbo de avance del desarrollo de la sociedad humana. La marca importante del nacimiento de la humanidad fue la producción de herramientas, que la separó de los animales, y ya desde entonces pasó de la adaptación pasiva al medio ambiente a transformarlo por iniciativa propia adaptándolo continuamente a ella. Pero, al mismo tiempo de transformar el mundo objetivo, está transformando también el subjetivo, y tiene requerimientos espirituales, además de materiales. La civilización material y la espiritual se condicionan y promueven recíprocamente, se complementan y se desarrollan juntas.

La coordinación entre la civilización material y la espiritual es continuación y fomento de la civilización china, exploración de la práctica y síntesis de la experiencia. La laboriosa y honesta nación china se atiene a la benevolencia, tiene respeto por la moral, pone en valor la armonía y da importancia a la honestidad y la credibilidad; se adhiere al principio de que, “si uno quiere estar de pie, tiene que permitírselo a otros también, y, si quiere ir bien en todo, debe permitírselo a otros por igual”; aboga por la idea de una solidaridad con asistencia mutua entre unos y otros en un barco común de todos, y desarrolla un espíritu de gran amor ilimitado, con unidad y colaboración, habiendo creado, junto con una abundante civilización material, una civilización espiritual rica. El gran espíritu nacional que ha mantenido la nación china por miles de años se ha transmitido de generación en generación con preservación de una vitalidad ininterrumpida, convirtiéndose en flujo vital y alma del pueblo chino. El Partido Comunista de China actúa en continuación de la excelente cultura tradicional de la nación china; en promoción de su transformación creativa y su desarrollo innovador, en adhesión a la posición rectora que ocupa el marxismo en el campo ideológico, y despliegue de la educación de los ideales y convicciones; en cultivo y práctica activos de los valores socialistas esenciales; en fomento amplio de la educación patriótica, colectivista y socialista; en desarrollo enérgico de las actividades de masas centradas en la construcción de la civilización espiritual socialista; en realce de la cultura revolucionaria, y en desarrollo de la cultura socialista avanzada, y todo con el fin de impulsar incesantemente la construcción de la civilización moderna de la nación china.

La coordinación entre la civilización material y la espiritual supone una gran diferencia entre la modernización china y la occidental. La modernización china requiere, además de la abundancia material, también el enriquecimiento espiritual. “El poderoso país socialista moderno que nos hemos propuesto construir no solo debe ser fuerte en lo material, sino, más aún, en lo espiritual”. En el proceso de impulsar la modernización, por motivos ideológicos y de sistemas sociales, los países occidentales prestan atención a lo material y descuidan lo espiritual, viendo solo las cosas, y no las personas, lo que resulta en ansiedad material,egoísta codicia exacerbada, falta de creencias, escasez espiritual, decadencia y pérdida de la moralidad, con universal prevalencia, en la sociedad, de delitos de uso y tráfico de drogas, prostitución, actos de violencia armada, discriminación racista, robos, desvalijos, etc. Datos del sitio web del Archivo de Violencia Armada muestran en Estados Unidos un notable aumento de tiroteos en los últimos años (en 2022 hubo 636, a razón de dos casos diarios, con 43.341 muertos y 37.763 heridos por violencia armada); la tasa de homicidios vinculados a la violencia con armas de fuego ocupa el primer puesto mundial; una encuesta muestra la existencia de 59,3 millones de consumidores de drogas mayores de 12 años en 2020, de los que 49,6 millones consumían marihuana.

La noble aspiración de la modernización en términos de coordinación entre la civilización material y la espiritual nos exige que, en el proceso de impulsar la modernización china, al tiempo de actuar incesantemente en cultivo a fondo de la base material de la modernización y en consolidación de las condiciones materiales de la vida feliz del pueblo, desarrollemos enérgicamente la cultura socialista avanzada, reforcemos la educación de los ideales y convicciones, y heredemos y transmitamos la civilización china, todo con miras a promover la prosperidad material de conjunto y el desarrollo integral de la persona.

Característica distintiva: La modernización china es una en términos de coexistencia armoniosa del ser humano y la naturaleza

La acentuación de esta cuestión por el secretario general Xi Jinping se debe a la consideración del respecto de la naturaleza, la adaptación a ella, su protección y la promoción de la coexistencia armoniosa de ella y el ser humano como característica distintiva de la modernización china. El correcto conocimiento y dominio de esta característica es de suma importancia para impulsar fructíferamente esta modernización en el proceso de la práctica.

La coexistencia del ser humano y la naturaleza es opción necesaria para la subsistencia y desarrollo de la humanidad. La naturaleza es la madre de la vida y condición básica de la que depende la existencia y desarrollo del ser humano. Formamos una comunidad de vida, no hay sustitutos para el entorno ecológico, ni siquiera tenemos conciencia de su uso, difícilmente subsistiríamos si lo perdiéramos. La construcción de la civilización ecológica concierne al porvenir de la humanidad, que vive en una misma Tierra, no pudiendo país alguno permanecer al margen o preocuparse solo de sí mismo. Al dilucidar la relación de interdependencia entre el ser humano y la naturaleza, Engels dijo: “No debemos embriagarnos demasiado de nuestra victoria sobre la naturaleza; a cada victoria, esta se vengará”.

La coexistencia del ser humano y la naturaleza constituye una excelente tradición del pueblo chino y la nación china, ambos respetuosos siempre con ella y adoradores suyos, conocedores, ya desde tiempos remotos, de la importancia que la reverencia y acomodo a ella tenía para la subsistencia y desarrollo de la humanidad. Los chinos antiguos decían: “El cielo, la tierra y yo convivimos juntos, y todas las cosas y yo formamos una unidad”, “El cielo no habla, pero las cuatro estaciones siguen su funcionamiento bajo él; la tierra es silenciosa, todas las cosas crecen en ella”, “Las cosas nacen en armonía y crecen con nutrición”, “El ser humano sigue las leyes de la tierra, esta sigue las del cielo, este sigue las del dao, y este sigue lo que es natural”… Y dentro del trabajo y la producción se aconsejaba a la gente “no contravenir la temporada”, “no tirar redes de pesca densas a los estanques”, “llevar hachas a las montañas para talar según la temporada”, “adaptarse a condiciones de índole temporal y geográfica”, “no dejar morir una vida, no interrumpir su crecimiento”. Según registro de Los ritos de Zhou, en la dinastía Zhou del Oeste se establecían específicamente oficiales encargados de administrar los bosques montañosos, o los parques de cría de animales del entorno de la ciudad imperial, y se estipulaba, bajo sanción, que la tala de árboles en las montañas se hiciese en conformidad con las estaciones y el tiempo, y no se cazasen cervatos, ni se saqueasen los nidos para sacar huevos, ni se diera muerte a animales con flechas envenenadas. Muy atentos a la integración del cielo, la tierra y el ser humano, nuestros antepasados enlazaban los ecosistemas naturales y la civilización humana, y llevaban las actividades y el manejo de los asuntos de acuerdo con las reglas de la naturaleza.

La coexistencia del ser humano y la naturaleza es exploración y síntesis de nuestra propia práctica y experiencia. A partir de la fundación de la Nueva China, y en particular del inicio de la reforma y la apertura, nuestro conocimiento sobre la importancia de la protección del entorno ecológico ha pasado por un proceso de gradual profundización. Al ver la contaminación medioambiental y el deterioro ecológico causados en el contexto del desarrollo por contravenir las leyes naturales, con el consiguiente padecimiento y dolor de corazón para el pueblo, ganamos profundo entendimiento de que no era permisible en absoluto ir en pos de un desarrollo económico temporal a expensas del medio ambiente, cuya protección es una causa tan meritoria en el presente como beneficiosa para el futuro. En bien de los intereses del pueblo, nuestro Partido ha tomado la mayor decisión y ha redoblado los mayores esfuerzos por elaborar una serie de políticas y medidas destinadas a proteger y sanear el entorno ecológico, y ha redoblado esfuerzos por su cumplida aplicación. La implementación, por parte del secretario general Xi Jinping, de una nueva concepción del desarrollo en términos de innovación, coordinación, ecologicidad, apertura y compartición, así como de la noción de que las aguas cristalinas y las verdes montañas son cordilleras de oro y plata, ha establecido grandes principios para el saneamiento ambiental en el proceso de impulsar la modernización china. Gracias a los muy longevos esfuerzos incansables de todo el pueblo, el fomento de la civilización ecológica de nuestro país ha experimentado un cambio histórico, de naturaleza transformativa y de carácter general tanto en la teoría como en la práctica y ha concretizado importantes transformaciones: de saneamiento en puntos prioritarios a tratamiento sistémico, de respuesta pasiva a acción con toma de iniciativa, de partícipe a conductor de la gobernanza ambiental global y de exploración práctica a orientación de la teoría científica.

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(En la foto, buldócer trabajando para conformar tierras de labranza de elevado estándar en la aldea de Shenming, poblado de Shipo, distrito de Pucheng, provincia de Fujian, el 2 de marzo de 2023. Imagen tomada por Jiang Kehong, periodista de la Agencia de Noticias Xinhua)

La coexistencia del ser humano y la naturaleza es una notable diferencia entre la modernización china y la occidental. Debido a su diferente sistema social y concepción del desarrollo, en el proceso del impulso de la modernización los países occidentales han seguido, en su mayoría, un camino de “primero contaminar y luego sanear”, cuya acelerada esquilmación de los recursos naturales en paralelo con la generación de una enorme riqueza material rompió la circulación y el equilibrio existentes en los ecosistemas del planeta, tensando la relación entre el ser humano y la naturaleza. Los “ocho grandes eventos mundiales de daño público” del siglo XX acaecidos en los países occidentales, que causaron un gran impacto y enormes pérdidas al entorno ecológico y a la vida de la gente, estremecieron a todo el mundo. Entre ellos figuran el smog fotoquímico de Los Ángeles, con cerca de mil muertos; la gran niebla de Londres, que dejó tras de sí cuatro mil fallecidos solo pocos días después de su disipación en diciembre de 1952 y otros cerca de ocho mil fallecidos por enfermedad respiratoria en los dos meses posteriores, más 12 eventos graves ocurridos sucesivamente en 1956, 1957 y 1962, y la enfermedad de Minamata, de Japón, que causó casi mil enfermos y ha sido una amenaza para más de veinte mil personas.

La característica distintiva de la modernización en términos de coexistencia del ser humano y la naturaleza nos exige que, en el proceso de impulsar la modernización china, persistiendo en el desarrollo sostenible y en la directriz de priorización del ahorro y de la protección, y de consideración de la regeneración natural como lo principal, demos protección a la naturaleza y al entorno ecológico igual que a nuestros propios ojos y sigamos con firmeza inalterable el camino del desarrollo civilizado conducente a una producción desarrollada, una vida holgada y unas buenas condiciones ecológicas, todo a fin de lograr un perenne desenvolvimiento de la nación china.

Característica destacada: La modernización china es una en términos de seguimiento del camino del desarrollo pacífico

El énfasis del secretario general Xi Jinping en esta cuestión se debe a que hemos tomado como rasgo destacado de la modernización china la persistencia en un desarrollo pacífico, procurando nuestro propio desarrollo en el proceso de defender con firmeza la paz y el desarrollo mundiales y salvaguardando aún mejor estos con él para impulsar la estructuración de la comunidad de destino de la humanidad. Conocer y dominar correctamente esta característica es de suma importancia para impulsar fructíferamente esta modernización en el proceso de la práctica.

El seguimiento del camino del desarrollo pacífico es como un gen de la civilización china. El pueblo chino es desde la antigüedad amante de la paz, y lo es también la nación china. En la historia china se había planteado desde tiempo inmemorial la idea de que “cuando prevalezca la Gran Virtud, el mundo será de todos”, se abogaba por moralidades como las de “benevolencia y buena vecindad” y “concordia entre todas las naciones”, y la gente estaba profundamente consciente de la razón de que “todo país belicoso, por más fuerte que sea, cae derrotado”. En la dinastía Ming, con siete viajes oceánicos al mando de la entonces mayor flota del mundo en travesía por varios países, llegando tan lejos como África oriental, el navegante Zheng He llevó allí seda, té y porcelana de China, haciendo comercio económico e intercambio cultural, sin ocupar ni una sola pulgada de territorio de nadie. El amor por la paz es un gen cultural que fluye en la sangre del pueblo chino y de la nación china.

El seguimiento del camino del desarrollo pacífico es una elección estratégica correcta del pueblo chino. Desde la época moderna, la invasión del imperialismo y la corrupción de los gobernantes feudales convirtieron poco a poco a China en una sociedad semicolonial y semifeudal, siendo el país humillado, el pueblo devastado y la civilización cubierta de polvo, y sufriendo la nación china una catástrofe sin precedentes. Por lo tanto, el pueblo chino y la nación china sienten honda empatía y simpatía por los países y pueblos del mundo que están sometidos a la vorágine de la guerra o a toda clase de humillaciones. El deseo de paz que abriga el pueblo chino es más fuerte que cualquier pueblo, y la oposición a la guerra que sostiene la nación china es más decidida que cualquier nación. Con los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, que propusimos tras la fundación de la Nueva China, hemos perseverado en la igualdad de todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, ricos o pobres. A partir del inicio de la reforma y la apertura, con nuestro importante juicio de que “la paz y el desarrollo son temas cardinales que enfrenta el mundo de hoy” en lo referente a la situación de desarrollo y cambio mundial, hemos reajustado las relaciones con los grandes países y hemos fortalecido la unidad y cooperación con los numerosos países en vías de desarrollo. Al entrar en la nueva era, manteniendo la diplomacia de gran país con peculiaridades chinas, el Comité Central del Partido, nucleado en torno al camarada Xi Jinping, ha propuesto la promoción de la constitución de un nuevo tipo de relaciones internacionales, ha desplegado los valores comunes a toda la humanidad —paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad— y ha aplicado la apertura al exterior de alto nivel, todo en pro de estructurar con alta calidad una comunidad de destino de la humanidad. Es cosa única en el mundo que el Partido Comunista de China haya planteado la “persistencia en el camino del desarrollo pacífico” y la haya consignado en sus Estatutos y, más tarde, según los procedimientos legales del Estado, en la Constitución de la República Popular China. Los Estatutos del Partido, su estatuto general para la administración y disciplinamiento, son ley fundamental interna partidaria. La Constitución es estatuto general de nuestro Partido y pueblo para gobernar el país y ponerlo en paz, así como ley fundamental suprema del Estado, y la consignación en ella se ha hecho partiendo de la condición suprema de las leyes y decretos del Partido y del Estado. De ahí que China ha podido reconfigurar su imagen internacional y potenciar su influencia internacional, con nuestro país cada día más cercano al centro del escenario mundial.

El seguimiento del camino del desarrollo pacífico es la corriente de desarrollo y progreso del mundo y su única senda correcta. Hoy en día, con singulares cambios mundiales no acaecidos por mucho tiempo, con el viejo sistema colonial colapsado, con la desaparición del antagonismo entre grupos del periodo de la Guerra Fría, con el cada vez más rápido desarrollo de gran número de países tanto de mercados emergentes como en vías de desarrollo y con la continuamente más honda interconexión e interdependencia de los países, el destino del mundo debe ser dominado por los pueblos de todos ellos. Sin embargo, hay muchas dificultades y desafíos aún cara a la humanidad, problemas regionales candentes en continua sucesión, amenazas convencionales y no convencionales a la seguridad entrelazadas y un incesantemente creciente déficit de paz, desarrollo, seguridad y gobernanza. ¿Qué le pasa al mundo y qué deberíamos hacer? El secretario general Xi Jinping ha planteado sucesivamente la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, ofreciendo tres grandes pilares a la estructuración de la comunidad de destino de la humanidad y aportando sabiduría china y fuerza china para la resolución de los problemas comunes a la humanidad.

El seguimiento del camino del desarrollo pacífico supone una gran diferencia entre la modernización china y la occidental. La modernización de algunos países occidentales se ha materializado recurriendo a formas de guerra, colonización, saqueo y demás, unas formas de autobeneficio a expensas del otro y llenas de sangre y crimen que han traído profundas penalidades al pueblo de la gran prole de los países en vías de desarrollo. Tras el descubrimiento de América, los colonialistas aplicaron la política de genocidio, reduciendo bruscamente el número de los indígenas de los más de cinco millones originales a 250.000. En la historia moderna mundial, el abominable comercio de esclavos negros duró más de tres siglos, resultando en una reducción de unos 100 millones de personas de su raza en el continente africano. Durante más de trescientos años a contar desde finales del siglo XV, los colonialistas saquearon desde América Central y Sudamérica 2.500 toneladas de oro y 100.000 toneladas de plata. En 1840, los invasores occidentales desataron contra China la Guerra del Opio, rompiendo con poderosos buques y cañones la puerta de cierre del país. En algo más de un siglo a partir de entonces, invadieron China y firmaron con ella 745 tratados desiguales de todo tipo países imperialistas del mundo grandes y pequeños. Conforme al Tratado de Shimonoseki, Japón recibió de China una indemnización de 231 millones de liang [unidad de peso que equivalía entonces a unos 31 gramos] de plata; y, por el Tratado de 1901, el Reino Unido, Estados Unidos y Francia cobraron de China una indemnización de 450 millones de liang de plata, que se liquidarían en 39 años, así que, incluidos el capital y los intereses, China tendría que pagarles una enorme indemnización de 980 millones de liang. Todo lo aquí mencionado queda como registro de la indecorosa historia del proceso de la modernización occidental e indicación del “pecado original” del capitalismo.

El seguimiento del camino del desarrollo pacífico, característica destacada de la modernización, nos exige que, en el proceso de impulsar la modernización china, situados firmemente tanto del lado correcto de la historia como del lado del progreso de la civilización humana, y enarbolando la bandera de la paz, el desarrollo, la cooperación y la coganancia, procuremos nuestro propio desarrollo en el proceso de defender con firmeza la paz y el desarrollo mundiales y salvaguardemos aún mejor estos con nuestro propio desarrollo.

El avance por la gran vía es ilimitado en extensión y amplitud; sus infinitos deambulantes tienen la firmeza de ella, que es como piedra de amolar. A partir de la fundación de la Nueva China, y particularmente después del inicio de la reforma y la apertura, hemos completado en solo unos decenios el mismo proceso de industrialización que los países desarrollados tardaron varios siglos en culminar y hemos obrado dos milagros, el de nuestro rápido desarrollo económico y el de nuestra duradera estabilidad social, abriendo amplias perspectivas a la gran revitalización de la nación china. La historia y las pruebas han demostrado plenamente que el camino de la modernización china, transitable y estable, es la “única vía correcta para fortalecer el país y revitalizar la nación” y un “camino ancho”. Hemos de actuar con atenimiento a la determinación de inalterabilidad del camino y de las aspiraciones, sin anquilosarnos ni aflojar jamás, sin dejarnos amedrentar por ningún riesgo ni desconcertarnos por ninguna interferencia, y fuera de seguir el viejo camino de cerrazón y anquilosamiento mental o uno malo de cambio de bandera, en firme avance por el camino del socialismo con peculiaridades chinas. Siempre que sigamos en todo momento esta “única vía correcta” y este “ancho camino”, y promovamos integralmente con la modernización china la gran revitalización de la nación china, tal como planeaba el XX Congreso Nacional del Partido, podremos cumplir triunfalmente sin duda a mediados de siglo, o sea, en el centenario de la fundación de la República Popular China, el objetivo de lucha fijado para el segundo centenario: la culminación de la construcción de un poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello.


(Qu Qingshan, director del Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido)

Fuente: Qiushi 2023 n.o 16


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