| Autor:Qu Qingshan | Actualizado el:2022-11-30
Los cinco años transcurridos desde el XIX Congreso Nacional del Partido y los diez años de la nueva era han sido sumamente fuera de lo común y extraordinarios. Uno no sabe lo difíciles que son las cosas hasta que no las vive; por fácil que parezca conseguirlas, sin embargo son arduas.
En los últimos cinco años, persistiendo en el fortalecimiento tanto del liderazgo general del Partido como del liderazgo centralizado y unificado de su Comité Central, hemos trabajado por basarnos en la nueva etapa del desarrollo, por implementar la nueva concepción del mismo, por estructurar su nueva configuración, por impulsar el de alta calidad, por propulsar a paso seguro la reforma, por impulsar con solidez la democracia popular de proceso entero, por promover integralmente la gobernación del país según la ley, por desarrollar con dinamismo la cultura socialista avanzada, por garantizar y mejorar destacadamente las condiciones de vida del pueblo, por librar con fuerzas concentradas la batalla de asalto de plazas fuertes en la liberación de la pobreza, por impulsar enérgicamente el fomento de la civilización ecológica, por defender con firmeza la seguridad nacional, por prevenir y neutralizar los grandes riesgos, por mantener la estabilidad de la situación general de la sociedad, por promover con gran energía la modernización de la defensa nacional y del Ejército, por desplegar de forma omnidireccional la diplomacia de gran país con peculiaridades chinas y por impulsar integralmente la nueva y grandiosa obra de la construcción del Partido. Particularmente, frente a la súbita aparición de la epidemia de COVID-19, hemos librado una guerra popular, una guerra general, una guerra de contención, para combatirla, lo que nos ha permitido conseguir frutos positivos importantes en cuanto a la coordinación de la prevención y control epidemiológicos y el desarrollo económico y social. Frente a las turbulencias y cambios surgidos en la situación de Hong Kong, hemos elaborado y aplicado la Ley sobre la Salvaguardia de la Seguridad Nacional en la Región Administrativa Especial de Hong Kong, de modo que la situación de Hong Kong ha experimentado un importante viraje del caos al orden. Frente a las actividades de secesión de las fuerzas adeptas a la “independencia de Taiwan” y las severas provocaciones manifestadas como intervenciones en los asuntos de Taiwan por parte de las fuerzas extranjeras, hemos librado categóricamente una importante lucha contra la secesión y las intromisiones, lo que nos ha permitido dar un paso más en dominar la iniciativa estratégica de la materialización de la reunificación completa de la patria. Y, frente a los bruscos cambios de la situación internacional y, en particular, los chantajes, impedimentos, bloqueos y presiones máximas del exterior, hemos mantenido la firmeza estratégica y desarrollado el espíritu de lucha dando muestra de nuestra firme voluntad de no temer a la fuerza, lo que nos ha permitido salvaguardar en la lucha la dignidad e intereses clave del país y tomar firmemente la iniciativa para su desarrollo y seguridad. En este lustro nuestro Partido ha dado cohesión y guía al pueblo para la resolución de numerosos problemas difíciles que llevaban mucho tiempo sin solucionarse y para el cumplimiento de un cúmulo de grandes e importantes empresas que atañen a nuestro desarrollo a largo plazo, impulsando así la consecución de éxitos trascendentales de la causa del Partido y el país que concitan la atención del mundo.
Después del XVIII Congreso Nacional del Partido teníamos ante nosotros una situación difícil y compleja, así como una tarea ardua en cuanto a la reforma y el desarrollo. La situación de aquel momento era una de enormes éxitos de la reforma, la apertura y la modernización socialista, y notorios resultados de la nueva y grandiosa obra de la construcción del Partido, pero al mismo tiempo con una serie de contradicciones y problemas destacados acumulados por largo tiempo o recién surgidos. Ante esas destacadas contradicciones y problemas perjudiciales a la gobernación duradera del Partido, a la paz y el orden duraderos del país y a la felicidad y seguridad del pueblo, con juicio detenido de las situaciones para tomar opciones resueltamente, y con espíritu de avance pujante para vencer las dificultades, el Comité Central del Partido unió y dirigió a toda la militancia, todo el Ejército y el pueblo de todas las etnias del país para arremangarse y trabajar con gran ánimo avanzando en desafío de las tempestades con el fin de llevar adelante sin retroceder una gran lucha con numerosas nuevas características históricas.
Durante los diez años transcurridos hemos experimentado tres grandes acontecimientos que revisten un trascendental significado real y una profunda significación histórica para la causa del Partido y el pueblo: acogida del centenario de la fundación del PCCh, entrada del socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era y materialización del objetivo de lucha fijado para el primer centenario al haber cumplido la tarea histórica de acometimiento de lo más duro en la liberación de la pobreza y consiguiente culminación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada. A lo largo de este decenio, adhiriéndonos al marxismo-leninismo, al pensamiento de Mao Zedong, a la teoría de Deng Xiaoping, al importante pensamiento de la triple representatividad y a la concepción científica del desarrollo, e implementando integralmente tanto el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era como la línea y la estrategia fundamentales del Partido, hemos adoptado una serie de medidas estratégicas, hemos propulsado una serie de prácticas transformadoras, hemos conseguido una serie de avances rompedores y hemos alcanzado una serie de resultados emblemáticos. El poderío económico de nuestro país ha dado un salto histórico, el PIB ha subido de 54 billones de yuanes a 114 billones y el peso específico del volumen total de nuestra economía en la economía mundial ha llegado a un 18,5 %. El PIB per capita ha aumentado de 39.800 yuanes a 81.000. La tasa de urbanización ha alcanzado un 64,7 %. Se ha culminado la implantación del mayor sistema de educación, el mayor de seguridad social y el mayor de servicios médicos y sanitarios del mundo, resultando ello en una cobertura de 1.040 millones de personas del seguro de vejez básico y en una tasa estable de incorporación al seguro médico básico del 95 %. La esperanza de vida ha subido a los 78,2 años. Hemos ganado la batalla de asalto de plazas fuertes de liberación de la pobreza de mayor magnitud librada en la historia humana —todos los 832 distritos pobres del país se han quitado la etiqueta de “distrito pobre”, y cerca de 100 millones de habitantes rurales pobres se han librado de la pobreza—, con lo cual hemos logrado dar solución histórica al problema de la pobreza absoluta. Hemos superado la prueba de los riesgos y desafíos en una variedad de aspectos —política, economía, ideología, naturaleza, etc.—. En estos últimos diez años, con peligrosos vadeos, penosas escaladas y difíciles arremetidas, el Partido ha conducido al pueblo a acometer lo más duro, a vencer las dificultades y a avanzar resuelta y valerosamente, impulsando la causa del Partido y del país a éxitos y transformaciones históricos y nuestro país a la nueva expedición para la construcción integral de un país socialista moderno.
Las grandes transformaciones de los diez años de la nueva era marcan un hito en la historia del Partido, de la Nueva China, de la reforma y la apertura, del desarrollo del socialismo y del desarrollo de la nación china. Si las vemos en el amplio marco histórico, con sus más allá de 40 años de reforma y apertura, 70 de la Nueva China, 100 del PCCh, 500 del desarrollo del socialismo y 5.000 del desarrollo de la nación china, se hace más notorio el significado de hito que conllevan, el cual se manifiesta principalmente en la cuádruple dimensión de significado que se le ha generado y conferido 1) al PCCh, que se ha vuelto más firme y poderoso en el temple revolucionario; 2) al pueblo chino, que irradia una reforzada conciencia histórica y un más fuerte espíritu de iniciativa histórica; 3) a la nación china, la materialización de cuya gran revitalización ha entrado en un proceso histórico irreversible, y 4) al socialismo científico, que emite una nueva vitalidad exuberante en la China del siglo XXI.
Las grandes transformaciones de los diez años de la nueva era son de hondo calado y de naturaleza fundamental, son omnidireccionales y de carácter emprendedor, y se manifiestan en los diversos ámbitos y aspectos de la reforma, el desarrollo y la estabilidad; de los asuntos internos, la diplomacia y la defensa nacional, y del disciplinamiento del Partido, la gobernación del país y la administración del Ejército. La razón fundamental de estos éxitos y transformaciones históricos nuestros estriba en el pilotaje del bote y manejo de timón por parte del camarada Xi Jinping como núcleo tanto del Comité Central del Partido como de todo el Partido y en la guía científica del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era. Las “dos determinaciones” tienen un significado decisivo para el desarrollo de la causa del Partido y el país propio de la nueva era y para el impulso del proceso histórico de la gran revitalización de la nación china.
(Qu Qingshan, director del Instituto del CC del PCCh para el Estudio de la Historia y Literatura del Partido)
(Fuente: Boletín de Control Disciplinario y Supervisión de China, 3 de noviembre de 2022, quinta plana)
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